Un camionero de 44 años, Israel González Fernández, vecino de Luarca y natural de Mántaras (Tapia de Casariego), falleció ayer al precipitarse con su camión en llamas por un barranco de unos 25 metros. El vehículo quedó completamente calcinado. El siniestro se produjo poco después de las 16.00 horas en la AS-35 a su paso por el concejo de Villayón, en una carretera en pendiente, muy estrecha y en una curva con nula visibilidad. Las tareas de rescate se prolongaron durante unas cuatro horas y media.

El Centro de Coordinación de Emergencias recibió el aviso a las 16.15 horas. En la llamada se alertaba de que un camión había caído de un puente (el de Polea), había comenzado a arder y no se veía a su conductor. De inmediato se movilizó al jefe de Bomberos de la zona noroccidental, Ángel Castañón, a los efectivos de Bomberos del Servicio de Emergencias del Principado (SEPA) de los parques de Luarca y Barres, dos autobombas, una multisocorro y una autobomba forestal, a uno de los helicópteros multifunción de Bomberos del SEPA, con efectivos de la base de Ibias, y al Grupo de Rescate de Bomberos, a bordo del helicóptero medicalizado. También colaboraron dos patrullas de Atestados de Tráfico de la Guardia Civil, así como otras dos de Seguridad Ciudadana enviados por el Central Operativa de Tráfico de Asturias (COTA) de la Comandancia de Oviedo de la Guardia Civil.

Una vez en la zona, el incendio generado y lo escarpado del lugar en el que se encontraba el camión ralentizaron la intervención del equipo de rescate. Un helicóptero ayudaba a marcar desde el aire dónde se encontraba el camión en llamas, que se extendieron alrededor provocando un pequeño incendio forestal que apagaron desde el aire.

El jefe de Bomberos explicó que cuando se pudo, dos efectivos bajaron hasta el tráiler y con mangueras consiguieron ir sofocando las llamas con espuma y agua. Poco después confirmaron que había un cuerpo bajo la cabina.

La intervención del helicóptero para apagar el incendio forestal les facilitó el trabajo, al permitirles centrarse en el camión. Las llamas calcinaban el vehículo, y para dificultar más las tareas de rescate, el conductor estaba sepultado bajo la cabina. "Lo peor fue llegar hasta él y sobre todo rescatar el cuerpo. Tuvimos que cavar para sacarlo", explicó el jefe de Bomberos. Un vecino de la zona, Luis García, se había cruzado con el camión unos minutos antes del accidente: "Me eché a un lado y pensé en lo rápido que iba para como es la carretera". La Guardia Civil también investiga si el vehículo había sufrido una avería hacía unas semanas, como se comentaba en la zona. "Olía a freno", señaló otro vecino.

Las circunstancias

El camión iba cargado de zahorra (un tipo de árido) y se dirigía a la obra de reparación de la carretera VY-6, que une Valdedo con Castanedo. Según las primeras hipótesis, el camión bajaba y por motivos que se investigan, en la curva continuó de frente llevándose por delante el muro y colisionando contra un árbol para precipitarse monte abajo, explicó el jefe de Bomberos.

La noticia del accidente se extendió rápidamente y a la familia le fueron llegando rumores que avivaban sus temores a medida que conocían detalles de la información que iban recibiendo, hasta que sobre las siete de la tarde recibieron la confirmación oficial.

Al lugar del siniestro se trasladaron el padre del fallecido, Manuel Balbino González, y su hermana, Greta, que se encontraron allí con la alcaldesa de Villayón, Estefanía González, que conoce a la familia. Allí mismo les dio el pésame y se fundieron en un abrazo. "Era una persona muy seria, nunca lo vi sonreír. Era muy tranquilo, no sé qué habrá pasado. Llevaba ya varios días haciendo la ruta. Es raro que corriera", aseguró la regidora, compañera de partido del padre de la víctima, que fue edil del PP en Tapia.