Estaba demasiado reciente el suceso que provocó una gran conmoción en toda Asturias hace menos de un mes (el día 15 del pasado julio) como para no alarmarse. La presencia esta tarde a la altura de Luarca de un conductor de avanzada edad que se metió en la carretera en dirección contraria hizo que una advertencia corriera como la pólvora por decenas de grupos de Whatsapp a eso de las tres de la tarde. “Kamikaze en la autovía, intentar evitarla por favor”, se podía leer en los mensajes que se reenviaban de unos móviles a otros.

Lo cierto es que tanto el 112 de Asturias como la Guardia Civil tardaron apenas unos minutos en aclarar lo que había sucedido. Un conductor se había introducido en la vía rápida por la salida 464 cerca de Villapedre en dirección Oviedo cuando en esta zona sólo se puede circular en dirección Galicia. Todo quedó en un susto pero, a pesar de todo y con la experiencia todavía reciente del suceso de julio, la Guardia Civil se “curó en salud” y cerró parte de la autovía indicando en los paneles informativos de la A-8 que había un riesgo para los conductores. Se pedía a todos que extremaran las precauciones.

El suceso que conmocionó Asturias y dejó un resultado de un muerto (el propio kamikaze) y cinco heridos, tuvo lugar a eso de las once y media de la noche. Fue entonces cuando, según el 112, se detecta un vehículo, con matrícula 9609FKS, que circulaba en sentido contrario por la A-8, a la altura del punto kilométrico 448, por la plataforma sentido Galicia pero que va en dirección a Oviedo y Gijón. A las 23.39 horas se produjo un primer accidente en el kilómetro 392,4 sentido Irún causado por el coche que va en sentido contrario y otro turismo que circulaba en sentido Galicia. A continuación, un vehículo que circulaba sentido Avilés choca también contra el turismo ya accidentado que había circulado en sentido contrario. En aquella ocasión el kamikaze circulaba a una gran velocidad, rondando los 200 kilómetros por hora.