La Guardia Civil de la Comandancia de Oviedo está a la espera de que la castrillonense Claudia F. P., de 23 años, que resultó herida al finalizar la romería del Xiringüelu el pasado domingo, presente la denuncia y el parte de lesiones para iniciar la investigación que permita aclarar los hechos. Los investigadores ya tienen identificados a varios testigos, pero al tratarse de lesiones no pueden actuar de oficio, tal y como explicaron a la familia de la víctima. Esta ya salió de la UCI y se recupera en una habitación del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), según las fuentes consultadas.

Los hechos se produjeron el domingo, pasadas las once de la noche y una vez finalizada la fiesta en el Prau Salcedo. Por motivos que deben ser aclarados, se produjo una trifulca entre una grupo de chicas en la que resultó herida de gravedad Claudia F. P., licenciada en Medicina y que prepara el MIR. Fuentes conocedoras del caso señalaron que una de las presuntas agresoras, natural de Soto del Barco, declaró ayer ante la Guardia Civil. En dependencias de la Benemérita, a las que acudió de manera voluntaria, relató su versión de los hechos. Después quedó en libertad.

Según la versión de su entorno más próximo, la agresión se produjo cuando intentó mediar en una pelea en la que se habría visto implicada una de sus amigas. Fue entonces cuando recibió varios golpes en la cabeza y puñetazos en la cara. Algunos testigos aseguraron que la víctima estaba paralizada y aturdida cuando llegaron los servicios médicos. "No sabía ni decir su nombre", relataron, "estaba tirada en el suelo y no reaccionaba". Según fuentes médicas a las que ha tenido acceso este periódico, Claudia F. P. sufrió lesiones en la cabeza a causa de la agresión de las que evoluciona favorablemente. Cuando la agredida era evacuada del Prau Salcedo por la ambulancia, unos romeros apedrearon el vehículo que, no obstante, pudo seguir la marcha hasta el HUCA sin complicaciones.

El entorno de Claudia F. P. manifestó ayer que no quería pronunciarse sobre lo ocurrido, y que ahora están centrados en la recuperación de la joven. Tampoco aclararon si tienen previsto presentar o no denuncia ante la Guardia Civil.

Fuentes del Instituto Armado indicaron que desde el primer momento tuvieron conocimiento de que se había producido una trifulca en la que una joven había resultado herida, y que de inmediato se identificó a los testigos. Pero también añadieron que es necesario que se presente la denuncia acompañada del parte de lesiones para que puedan actuar, ya que de oficio sólo es legalmente posible si se produce un fallecimiento o si se trata de una agresión por violencia de género.

El dispositivo de vigilancia en el Prau Salcedo ha sido el de mayor envergadura desde que se celebra la romería del Xiringüelu. En él participaron 250 agentes de la Guardia Civil de las compañías de Luarca, Mieres, Oviedo y Pravia, además de la Agrupación de Tráfico de Asturias, el GEDEX de la Comandancia de Gijón, el Grupo de Reserva (GRS) de León, la Unidad Aérea de la Zona de Asturias, la USECIC de Oviedo, el Servicio Cinológico, la Policía Judicial, el Seprona y la Oficina Periférica de Comunicación, entre otras unidades de la Comandancia de Oviedo.

La Guardia Civil estableció además un sistema de videovigilancia con tres cámaras instaladas en puntos estratégicos y controladas desde un puesto de mando avanzado, lo que permitió actuar a los agentes con anticipación y abortar hasta trece peleas y agresiones entre jóvenes. Los controles también se extendieron al exterior del Prau Salcedo, de forma que se realizaron un total de 1.790 pruebas de alcoholemia y drogas. Sesenta de ellas resultaron positivas y hay cuatro investigados por delitos contra la seguridad vial.