Las tres agresiones sexuales de los últimos tres días en Asturias ya tienen respuesta. Tanto UGT y Comisiones Obreras, como la Plataforma Feminista de Asturias han condenado los tres casos de violencia machista de este fin de semana. El primero ocurrió la madrugada del sábado, alrededor de las cinco y media en las fiestas de Lugones, donde dos chicas fueron asaltadas cuando orinaban en un lugar apartado. El siguiente se registró en Gijón, a las seis y cuarto de la mañana en la Carretera del Obispo, cuando una joven de 25 años fue atacada por la espalda, tirada al suelo y manoseada. Y finalmente, el tercero fue la mañana del lunes en la senda verde del Parque Fluvial de Gijón. En este caso se consumó la agresión, y la mujer de 35 años ya recibe atención especializada.

"No podemos afirmar que haya más agresiones o que sean más mujeres las que están combatiendo el miedo", afirmó la responsable de igualdad de UGT, Ana Rodríguez, en la concentración celebrada ayer en la plaza General Ordóñez de Oviedo. En esta manifestación, que se celebra el último martes de cada mes, también se rememoró a las nueve mujeres y un menor asesinados el pasado mes de julio. "No se puede tolerar ningún tipo de violencia y acoso sobre las mujeres. Las animamos a que denuncien, porque toda la sociedad estará apoyándolas", sostuvo Ana María Rodríguez.

La Plataforma Feminista d'Asturies también ha alzado la voz ante esta situación. "No estamos viendo medidas suficientes por parte de las instituciones públicas. Es cierto que cada vez se visibilizan más las agresiones, pero sigue sin haber una respuesta", condenó Eva Irazu, integrante de esta formación.

La portavoz de la plataforma asturiana también ha declarado que aunque estos tres últimos casos se trate de cuatro agresores de origen extranjero, "no se debe poner el foco en la nacionalidad, sino en el hecho de que es violencia ejercida de un hombre sobre una mujer. El problema está en el sistema, que es patriarcal, y no en el país de origen". La representante ha recalcado que, aunque es cierto que hay culturas con rasgos más machistas que otras, también dentro del mismo país, existen diferencias entre las familias y las clases sociales.

La doctora en educación y sexóloga, Soraya Calvo, explica que en las aglomeraciones de gente con consumo de alcohol existe una mayor tendencia a que se produzcan este tipo de agresiones, al igual que en los lugares apartados. " Lo preocupante es que cada vez haya más medidas y el número no haya bajado. Año tras año sigue habiendo el mismo problema", explica. Para ella, hay un componente cultural muy importante en este tipo de violencia, que responde a una sociedad machista. "Hay que poner el foco en la agresión y no en la nacionalidad. Tenemos que dar respuesta, pero también proponer soluciones en la educación a largo plazo para lidiar con este conflicto", comenta la profesora de la Universidad de Oviedo.