El presidente del Principado, Adrián Barbón, invita "al diálogo" para "crear una Asturias más igual y más libre, más justa y solidaria" y defiende el valor añadido de "una nueva generación política" para "imaginar un nuevo país", en su primer mensaje institucional con motivo del Día de Asturias, que celebra hoy. El Presidente aprovecha ese discurso para realizar un guiño a la llingua, ya que intercala un párrafo en asturiano en una intervención donde reconoce que Asturias afronta una legislatura decisiva para definir la transición ecológica, la reforma de la financiación autonómica y la conclusión de las grandes comunicaciones.

El mensaje optimista que Barbón ya lanzó en su investidura encuentra continuidad argumental en su discurso con motivo de la fiesta regional, en el que aprovecha para compartir los "planes y esperanzas" de "una nueva generación política que llega con las ganas de desterrar el pesimismo" y que "se atreve a imaginar un nuevo país" .

"Esto no va de líderes, sino de una sociedad en marcha", mantiene el presidente del Principado que sitúa al " empleo de calidad" en la resultante de un trío formado por "la industria competitiva", "la innovación y la ciencia" . Y para contar con "el empuje colectivo de una Asturias dinámica y activa", Barbón materializa "una oferta abierta al diálogo" que, asegura, "está llena de contenido" pese a que en el escenario político actual ese tipo de palabras estén deterioradas por el uso, de "traídas y llevadas".

Tiene asumido Barbón que le toca gobernar Asturias es una etapa compleja, con retos de futuro a la vuelta de la esquina: "Sé también que estamos en el inicio de una legislatura, con cuatro años decisivos para una industria que habrá de mirar de frente a la transición ecológica; con una reforma de la financiación autonómica en la que se dirime el ser o no ser de la solidaridad entre territorios", plantea el Presidente que se marca como objetivo inmediato "un nuevo pacto social que concite la cooperación de sindicatos y empresarios". Barbón también tiene palabras de afecto en su primer mensaje para los asturianos "forzados a marchar".

Esta es mi primera intervención en el Día de Asturias como Presidente del Principado, lo que supone un inmenso honor y una gran responsabilidad, y quiero que mis primeras palabras sean para pensar en quienes no están, en las personas que se han visto forzadas a marchar fuera de nuestra tierra para trabajar y hacer su vida. Deseo que las primeras palabras de este mensaje sean un recuerdo para todas ellas, las que probablemente vivan con mayor intensidad este ocho de septiembre. Sabed que no os olvidamos, que hoy, más que nunca, queremos estar a vuestro lado.

Como también queremos estar al lado de las que buscan empleo, de las víctimas de las agresiones sexuales o la violencia machista, de los hombres y mujeres que carecen de recursos, de quienes necesitan de nuestra atención y ayuda así como de las personas mayores que viven en soledad. Esa es una de las razones principales de ser del Gobierno del Principado: contribuir a crear una Asturias más igual y más libre, más justa y solidaria.

Entended que aproveche mi intervención para compartir mis planes y esperanzas, la ilusión de una nueva generación política que llega con las ganas de desterrar el pesimismo y recuperar el orgullo de pertenencia. Una generación que es consciente de las dificultades, que sabe cuánto le debe a sus antecesores, que será siempre tributaria de su legado, pero que se atreve a imaginar un nuevo país. No sólo pensamos que Asturias tiene futuro, sostenemos la osadía de creer que moldearlo está en nuestras manos.

Os invito a abrir juntos las ventanas a esa nueva Asturias que debemos alentar para que cuando las próximas generaciones, hijas y nietos del hoy, vuelvan la vista atrás no encuentren los restos de una sociedad postrada, sino el recuerdo vivo de quienes supieron asumir el desafío de construir su propio porvenir.

Güei ye una xornada pa la ilusión, pa reconocer la nuestra identidá y sintinos parte d'una tierra que suma sieglos d'historia. Güei nun ye una mañana pa escaecer el pasáu pero tampoco pa quedar prendíos de la señaldá, como un día cargáu de ñebles que nun son quien a allumbrar, envueltu nun mal suañu que nun nos dexa despertar ya incorporanos. Dicho cola guapura de la nuestra llingua, güei atrevámonos col futuru.

Os invito porque el futuro no conoce dueño, porque es de todas y todos quienes decidamos afrontarlo, porque superar los problemas es una tarea en la que ha de implicarse la sociedad asturiana. Las nuevas fronteras que tenemos que alcanzar se llaman empleo de calidad, una industria competitiva que vaya de la mano de la innovación y la ciencia como grandes aliadas, el refuerzo de los servicios públicos, la igualdad y el reconocimiento de la diversidad y afrontar de forma decidida el reto demográfico. Ni una sola de ellas puede cruzarse en solitario, sin contar con el empuje colectivo de una Asturias dinámica, activa. Esto no va de líderes, sino de una sociedad en marcha.

Esta invitación es una oferta abierta de diálogo. Sé que las palabras también se gastan, se deterioran con el uso, traídas y llevadas con desprecio a su significado, pero tened por seguro que esta apelación a la negociación y el entendimiento está llena de contenido. Sé también que estamos en el inicio de una legislatura, con cuatro años decisivos para una industria que habrá de mirar de frente a la transición ecológica; con una reforma de la financiación autonómica en la que se dirime el ser o no ser de la solidaridad entre territorios; que estamos ante el mandato en el que deben concluirse las grandes comunicaciones, como la puesta en marcha de la alta velocidad ferroviaria; que dentro de poco, este mismo año, hemos de afrontar un nuevo pacto social que concite la cooperación de sindicatos y empresarios, así como la elaboración de unos presupuestos que nos permitan poner hasta el último euro disponible a trabajar por la mejor Asturias. Con todos esos retos a la vista, cómo no voy a ejercer la responsabilidad de llamar sincera, abierta y humildemente al acuerdo.

Acuerdo para el futuro, una vez más. Diálogo para trabajar juntos en ese propósito de edificar mano a mano, hombro con hombro, la nueva Asturias. Pongamos ilusión en esos objetivos, celebremos juntos esa gran ambición en este Día de Asturias.

Un abrazo a todos los que, dentro y fuera de nuestras fronteras, llevan siempre en su corazón el nombre de Asturias

¡Feliz ocho de septiembre!