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Un fármaco ensayado en Asturias, gran esperanza contra depresiones y suicidios

La esketamina hace efecto en cuestión de horas l "Los resultados son muy ilusionantes", subraya la psiquiatra Pilar Saiz

Un fármaco ensayado en Asturias, gran esperanza contra depresiones y suicidios

Un medicamento que está siendo ensayado en Asturias puede convertirse el año que viene en el primer tratamiento indicado específicamente para el tratamiento de pacientes que sufren una depresión con riesgo inminente de suicidio. La esketamina (nombre de la sustancia) ofrece, a priori, dos ventajas esenciales: produce un efecto muy rápido (en cuestión de pocas horas) y ataca a nuevas "dianas" que parecen estar implicadas en la depresión.

"Los resultados obtenidos hasta la fecha son muy ilusionantes", explicó ayer a este periódico Pilar Saiz, catedrática de Psiquiatría de la Universidad de Oviedo y miembro del grupo que en el Principado ha aplicado el fármaco a dos pacientes cuya evolución ha sido "muy favorable".

La esketamina ya fue aprobada el pasado mes de marzo en Estados Unidos como fármaco para tratar -en combinación con otros antidepresivos- la depresión resistente a los tratamientos farmacológicos convencionales. Se espera que en Europa reciba luz verde, con esta misma indicación, antes de que finalice el año. La doctora Saiz pronostica que, más a largo plazo, este mismo pincipio activo podría ser ensayado en la prevención de riesgo de suicidio no sólo en la depresión, sino en otros trastornos mentales.

Pilar Saiz, Catedrática de Psiquiatría de la Universidad de de Oviedo.

A juicio de la doctora Saiz, las ventajas de las nuevas aplicaciones de la esketamina pueden convertirla en la protagonista de "una revolución equiparable a la que en los años 80 del siglo pasado provocó la irrupción del Prozac". La acción del Prozac se basa aumentar la cantidad de serotonina disponible en el cerebro (la serotonina es un neurotransmisor mediante el que se comunican las neuronas). En cambio, la esketamina marca un nuevo paradigma: actúa sobre el glutamato, otro conector entre neuronas.

Por otra parte, en el caso de la depresión "no contábamos con un fármaco de acción inmediata". Si los anteriores antidepresivos tardaban "entre dos y tres semanas" en hacer efecto, la nueva sustancia se hace notar "en las primeras 24 horas", enfatiza la psiquiatra. La tolerabilidad y el modo de administración del medicamento también mejoran, respecto a su precursor, la ketamina, ya que ésta se aplicaba por vía intravenosa, con un gotero, mientras que la nueva sustancia se administra con un sencillo inhalador.

El ensayo en el que participan psiquiatras asturianos se centra en pacientes con depresión que no han respondido a los tratamientos antidepresivos convencionales. Se trata de la extensión de un ensayo clínico en fase III llevada a cabo en diversos países de forma simultánea. Los ensayos en fase III están destinados a determinar aspectos como grado de eficacia, seguridad, dosis necesaria y posibles efectos secundarios.

"La investigación sigue en marcha", subraya Pilar Saiz. "Los resultados observados son positivos, y existen evidencias muy esperanzadoras que nos conducen a pensar que la esketamina podría reducir el riesgo de suicidio en pacientes con depresión", concluye la catedrática de la Universidad de Oviedo.

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