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Un relámpago por la ventana

Angélica Álvarez estaba cenando en Sorribas (Grado) cuando una descarga atravesó la casa: "El estruendo fue tremendo"

Geli Menéndez, hija de Angélica Álvarez, muestra unas cortinas quemadas en la zona de la vivienda más afectada por la entrada del rayo. SARA ARIAS

Angélica Álvarez estaba sentada en la cocina a punto de cenar el pasado martes, después de hablar por teléfono con su hija, cuando de pronto un terrible estruendo lo invadió todo en su casa de Sorribas (Grado). Un rayo entró en la vivienda tras impactar en un poste de la luz quemando todo el sistema eléctrico de la vivienda, así como la zona izquierda de la casa, de madera, donde ardieron unas cortinas, reventaron los cristales de las ventanas y cuyas paredes quedaron teñidas por completo de negro. Por suerte, Álvarez no sufrió ningún daño, aunque ayer aún estaba nerviosa e impresionada por lo sucedido.

"Lo principal es que no pasó nada, sólo hay que limpiar y pintar", dijo ayer su hija, Geli Menéndez, mientras se afanaba en la limpieza de la casa al tiempo que los profesionales electricistas reparaban los daños en el sistema, que será renovado por completo.

"Ella dice que sintió un estruendo tremendo y que salió fuera", comentó. Los vecinos de Sorribas, que vieron que salía humo de la casa, acudieron a atender a Álvarez, que estaba sentada fuera de la vivienda, muy afectada por el susto a sus 89 años. También se encargaron de llamar al servicio de emergencias, que llegó con rapidez a la localidad. Según indicaron los vecinos, la caída del rayo motivó que se fuese momentáneamente la luz en el pueblo. Unos testigos aseguraron que el rayo había caído sobre unos cables y había recorrido unos cien metros hasta dar contra el poste y entrar en la casa.

Los Bomberos del SEPA de Grado acudieron en la noche del martes. Ayer tocaba evaluar daños y limpiar. Todos los puntos de luz de la vivienda están quemados al fundirse el sistema eléctrico. Eso en toda la vivienda, aunque la parte más afectada es uno de los laterales, construido con madera, donde reventaron los cristales y se quemaron las cortinas. De hecho, sospechan que en esa zona fue por donde entró o salió el rayo, con un fuerte impacto en una de las ventanas. "El resto de la casa está con cemento y creemos que pudo aislarla", destacó Menéndez.

Ahora, poco a poco irán limpiando la vivienda y dejando todo como nuevo para que Álvarez pueda volver pronto a su casa en Sorribas, donde ha vivido toda la vida y nunca antes había sufrido nada igual.

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