"Precariedad". Esa es la definición en la que se coincide desde varios ámbitos sobre la situación de los investigadores pre y postdoctorales de la Universidad de Oviedo. Es una situación que vulnera la normativa vigente habida cuenta de que al Personal Investigador en Formación (PIF) contratado en la institución académica no se le está aplicando desde hace 20 meses el incremento salarial del 1,5 por ciento, con efectos 1 de enero de 2018, así como del 0,25 por ciento adicional aprobado en los Presupuestos Generales del Estado para ese año. Sí lo recibieron el resto de los empleados públicos, tanto de la Universidad como del Principado. ¿La consecuencia? Apenas llegan a mileuristas cuatro años después de iniciar su carrera investigadora lo que les impide lograr un mínimo de estabilidad económica.
El Estatuto del Personal Investigador en Formación (EPIF) señala que sus retribuciones mínimas toman como referencia la categoría correspondiente al grupo 1 de personal laboral de la Administración General del Estado, siendo del 56 por ciento, para los dos primeros años de contrato, un 60 por ciento para el tercer año y un 75 por ciento para el cuarto año. A partir de la entrada en vigor del EPIF tendría que habérseles aplicado los mismos incrementos anuales que al resto de empleados públicos: es decir, un 0,25 por ciento adicional a partir de julio de 2019. Teniendo esto en cuenta, y considerando 14 pagas anuales, el salario mensual bruto del personal investigador predoctoral en formación debería ser como mínimo, para los que estén en su primer o segundo año de contrato, de 1.151,97 euros hasta julio de 2019 y 1.154,75 euros a partir de esa fecha. Y para los que estén en su tercer año de contrato ascendería a 1.234,25 euros hasta julio de 2019 y 1.237,23 euros a partir de esa fecha. Los de cuarto año de contrato deben recibir 1.542,85 euros hasta julio pasado y 1.546,53 a partir de esa fecha.
Ángeles Fal, representante de Comisiones Obreras (CC OO) en el comité de empresa de la Universidad de Oviedo, denuncia la "discriminación salarial" que sufren los investigadores con respecto al resto de los empleados de la Administración Pública. El sindicato ha denunciado esta situación ante la Universidad (que es la que los contrata) y ante la Justicia por la ausencia de respuesta de la primera institución). El pasado año iniciaron las acciones de reclamación ante la Gerencia de la Universidad y, al no recibir respuesta tras varios meses de espera, en abril de este año, presentaron una demanda de conflicto colectivo contra la Universidad de Oviedo ante el Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA), reclamando las subidas salariales anuales pactadas para el periodo 2018-2020, para los investigadores contratados predoctorales y postdoctorales.
Mientras que otras universidades como Zaragoza, Navarra, Valencia, Salamanca o todas las catalanas sí han reconocido este derecho a sus investigadores sin necesidad de acudir a los tribunales, en CC OO denuncian que de poco sirven las palabras de apoyo a la investigación tanto por parte del rector, Santiago García, como del presidente del Principado, Adrián Barbón, en el marco del acto solemne de apertura del curso académico, "si no van acompañadas de hechos".
En el proceso judicial iniciado el año pasado no se llegó a dilucidar el fondo del asunto. "El abogado de la Universidad de Oviedo insistió en argumentar excepciones formales para que el TSJA no analizase el fondo del conflicto y se desviara a otra vía judicial su resolución, alargando nuevamente el proceso y planteando argumentos tales como que el colectivo afectado no era homogéneo, que se trataba de dirimir un conflicto generado en las convocatorias y no era competencia del TSJA, o que las entidades denunciadas deberían ser los organismos financiadores de las subvenciones que recibe la Universidad para contratar....", recuerdan en CC OO. En su sentencia del 20 de junio, el alto tribunal descartó todas las alegaciones salvo una, referente a la necesidad de enviar previamente la petición también a la comisión paritaria del Convenio Colectivo de la Universidad para agotar la vía administrativa. De inmediato, el sindicato presentó dicho escrito a la comisión paritaria solicitando que analizase la cuestión y aplicara la subida salarial. Sin respuesta de este organismo y con el recurso de la Universidad en manos del Supremo, "que parece tener como único objetivo retrasar la solución lo máximo posible", sostienen en CC OO, "los investigadores predoctorales, con escasos sueldos mileuristas, seguirán esperando a que las palabras del Rector y el Presidente del Principado se materialicen, dignificando las condiciones de su personal investigador o tirarán la toalla, abandonando su carrera científica", sostiene la representante Ángeles Fal. Además recuerda que la institución académica no puede seguir inhibiéndose de sus responsabilidades con el colectivo.
Actuación responsable
Por todo ello, CC OO insta a la Universidad a que actúe "de forma responsable" con sus investigadores, "reconociendo sus derechos salariales", una acción "imprescindible" si se quiere apoyar el futuro de la élite investigadora en la Universidad, agregan.
A los responsables de la institución académica les piden que no se escuden en más demoras, y que acuerden ya con el gobierno autonómico asumir esta medida de forma inmediata, como han hecho otras universidades.
"Instamos, además, al Presidente del Principado a que facilite este reconocimiento (igual que ha hecho el gobierno aragonés) y que lleve a los hechos sus palabras en el inicio de curso universitario cuando aseguró que la ciencia no es un lujo, sino una inversión de futuro, clave para nuestra economía y nuestro bienestar", concluye el sindicato.
