La declaración de una estación de ferrocarril como "no estratégica" solo tiene efectos administrativos, tal y como señaló ayer LA NUEVA ESPAÑA, y no afecta ni a su mantenimiento, ni a las inversiones de sea objeto. "No se trata de un término que ponga en cuestión el futuro de las instalaciones", "o que suponga que en ellas no se va a realizar el mantenimiento o la inversión adecuada", aclararon ayer Adif y Adif Alta Velocidad, que tuvieron que salir al paso de la inquietud que provocó el anuncio de que solo 54 paradas en toda España mantienen el estatus de "estratégicas".

Las dos divisiones de Adif resaltaron que solo se mantienen como "estratégicas" las estaciones con más de 300.000 viajeros o más de 8.000 trenes anuales; así como las que despiertan interés por parte de empresas ferroviarias (generalmente las situadas en zonas de frontera, cruces importantes o corredores estratégicos). De tal manera que en Asturias mantiene la condición de "estratégica" la estación de Oviedo, que sumó el año pasado 306.838 viajeros y 3.490 trenes, pero la pierde la de Gijón, con "solo" 183.638 pasajeros y 3.379 convoyes.

En el caso de las estaciones no estratégicas, las compañías ferroviarias tienen la posibilidad de solicitar a Competencia la exención de cumplimentar íntegramente el trámite de publicidad preceptivo para las estratégicas, lo que implica una importante disminución de las cargas administrativas vinculadas a las obligaciones de información con vistas a la inminente liberalización del tráfico ferroviario de viajeros.