"En esta Cámara se va a votar la oficialidad del asturiano, y todo el mundo tiene que ser consciente de ello". Con esta claridad expuso la consejera de Cultura, Berta Piñán, los planes del Ejecutivo regional para la lengua asturiana. Una afirmación que Piñán realizó en medio del intenso debate abierto con la prohibición, por parte de los letrados de la Junta, a que la Consejera se expresase en asturiano, después de que los representantes de PP y Vox mostrasen su desacuerdo con el uso de una lengua no oficial.

La Consejera acudió a la Junta para presentar su programa de gobierno a los miembros de la Comisión de Cultura, Política Lingüística y Turismo. La popular Gloria García fue la primera en mostrar su disconformidad con la intención de Piñán de realizar su exposición en asturiano, por lo que solicitó un servicio de traducción simultánea, señalando que no tiene el suficiente dominio de la llingua como para entender toda la intervención de la Consejera. García se amparó además en el reglamento de la Cámara, que da la opción a los diputados de usar el asturiano, pero no a los miembros del gobierno.

Ante la petición de la diputada popular, la presidenta de la comisión, Lidia Fernández, paró la sesión para consultar a los letrados de la Cámara sobre la polémica. Un momento que aprovechó el portavoz de Vox, Ignacio Blanco, para mostrar su rechazo a que Piñán usase el asturiano, llegando a afirmar que si la Consejera insistía en utilizar un idioma no oficial, él le respondería en otro: el inglés. Tras consultar con los letrados, Lidia Fernández apeló a la buena fe de la Consejera para que hiciese su exposición en castellano, algo que Piñán acató pese a considerar, como ciudadana, "humillante" que no la dejasen hablar en asturiano. La medida motivó una protesta del diputado Rafael Palacios, de Podemos, por considerar que con esa decisión se coartaba la libertad de expresión de la Consejera.

La controversia no se cerró con la exposición de Piñán. El debate sobre la oficialidad centró el cara a cara de Piñán con Ignacio Alonso, de Vox, que insistió en denominar como "bable" a la lengua asturiana y llegó a asegurar que considera una "pérdida de tiempo" impartir la asignatura de llingua en las aulas, y apostó por potenciar el estudio de un segundo idioma en su lugar. En suma, el portavoz de Vox y la consejera socialista diferían en un aspecto clave en la interpretación lo que supondría la oficialidad: lo que para Blanco es una "imposición" obligatoria de hablar una lengua, para Piñán es dar la opción a los asturparlantes para ejercer el derecho de hablarla.

Reacciones

Partidos como Podemos e IU y diversos colectivos asturianistas mostraron durante la jornada su respaldo a la consejera de Cultura ante la prohibición de que pudiese exponer su programa en asturiano. El propio presidente del Principado, Adrián Barbón, fijó posición a través de las redes sociales: "Todo mi apoyo a la consejera Berta Piñán a la que hoy la extrema derecha ha impedido hablar en asturiano en la Junta General del Principado, el parlamento de Asturias", tuiteó el socialista.

Por su parte, la Academia de la Llingua Asturiana criticó, a través de un comunicado, la prohibición al uso del asturiano en la Cámara. "Impedir que la consejera de Cultura emplee el asturiano en la Junta General es una anomalía democrática", asegura la Academia, que califica de "lamentables" y "hasta escandalosos" los argumentos esgrimidos por PP y Vox para vetar el uso de la llingua.