La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La avispa velutina arrasa los panales de la costa y acelera su expansión en el centro

El colectivo Apicultores de Asturias elabora un proyecto para cuantificar, con la Universidad y el Principado, los daños que causa el avispón asiático

Detalle del nido de velutina en un árbol de la finca de Emiliano del Dago, en Parres. E. S. R.

La avispa velutina ha arrasado con los panales de abeja en los municipios costeros y acelera su expansión en el centro del Principado. La Asociación de Apicultores de Asturias está elaborando un proyecto para presentar en la Consejería de Desarrollo Rural y elaborar, junto con el Principado y la Universidad, un estudio que permita cuantificar las pérdidas que provoca la velutina y medir la eficacia de los distintos sistemas de control que se están empleando.

La afectación de esta especie invasora es prácticamente del 100 por ciento en la costa, especialmente en el Oriente y el Occidente de la región. En el centro sólo quedaba libre del avispón asiático el concejo de Yernes y Tameza, pero ya ha llegado hasta allí, y además se sigue expandiendo con rapidez.

Santiago Menéndez, presidente de la Asociación de Apicultores de Asturias, explicó que cuentan con estimaciones, pero no con una cuantificación ajustada de las pérdidas, tanto en población de abejas como en producción de las colmenas. Los criadores del concejo de Pontevedra aseguran que algunos han tenido pérdidas de hasta un 50 por ciento. Estos cálculos son los que quieren afinar los asturianos.

"Se puede cosechar miel hasta junio, cuando los nidos de la velutina ya son muy grandes. Eso supone perder la cosecha del verano. A eso hay que sumar que en la zona alta no hay miel en primavera. Además, las abejas se mueren en los panales, con lo que la situación es crítica", afirmó Menéndez.

El presidente de la Asociación de Apicultores de Asturias indicó que la avispa velutina en mayo, y sobre todo en junio, "empieza a atacar con mucha virulencia y provoca que las abejas no salgan de los panales. Se estresan, porque saben que hay un depredador y tienen miedo, comen más de lo que ingresan, no hay miel, dejan de limpiar las colonias, con lo que las colmenas se colapsan, generan enfermedades y las abejas acaban muriendo", explicó.

Las avispas asiáticas son voraces cazadoras de abejas, a las capturan para alimentar a sus larvas, que viven en los nidos construidos fundamentalmente en los árboles, pero también en alerones y en cualquier zona alta que encuentren apta.

Para capturar las abejas, el avispón asiático se sitúa en vuelo estacionario a la entrada de las colmenas y su mayor tamaño le permite apresarlas en vuelo y llevárselas. Le arrancan la cabeza y conservan solamente el tórax para alimentar a sus larvas.

La avispa velutina no genera sólo problemas a los apicultores. El néctar de las flores y las frutas maduras son las principales fuentes de alimento de los ejemplares adultos. Así que es fácil encontrarlas también comiendo en frutales y en viñedos.

Los expertos advierten de que es muy difícil valorar los daños que causan los avispones asiáticos, porque en la muerte de las abejas y la caída de la producción pueden influir más causas, como el cuidado de los panales.

Aún así, la erradicación de esta especie invasora es prácticamente imposible. Más bien al contrario, se expande con gran rapidez. A mediados de agosto ya se habían retirado más de 1.300 nidos de avispa asiática en la región, casi el cuádruple que en las mismas fechas de 2018. El Serpa, sociedad pública del Principado, ha empezado a utilizar pequeñas cargas explosivas que colocan en el interior de los nidos construidos por las avispas asiáticas para destruirlos por completo.

Compartir el artículo

stats