Contratar más administrativos para reducir la "ingente" carga burocrática que soportan los docentes e investigadores de la Universidad de Oviedo. Esa es una de las prioridades que se fijan los sindicatos ante la celebración de elecciones este miércoles. Están llamados a votar unos 3.300 trabajadores, entre profesores, científicos y personal de administración y servicios, para elegir a sus representantes ante el Rectorado, que también se renovará en primavera. En abril comenzará previsiblemente la carrera, con dos candidatos confirmados por ahora: el químico Santiago García Granda, que aspira a repetir en el cargo, y el constitucionalista Ignacio Villaverde.
De los comicios del miércoles saldrán 63 delegados, los que componen la junta de personal docente e investigador (PDI), la junta de personal no docente -es decir, el PAS funcionario- y el comité de empresa -PAS y PDI laboral-. Las elecciones se celebrarán de las 10.00 a las 20.00 horas en los campus de Oviedo, Gijón y Mieres y los sindicatos que se presentan son cinco: SIPU- SAIF, CC OO, UGT, CSIF y CSI, aunque esta última fuerza sólo opta al comité de empresa. Sus representantes esperan una participación masiva del PAS, como ocurrió en 2015, y piden más implicación de los funcionarios docentes, cuya asistencia hace cuatro años fue "bajo", del 47%.
Las organizaciones, que durante este tiempo han tenido que trabajar de la mano al no lograr mayorías, reclaman al equipo de gobierno de la Universidad más personal administrativo y de servicios, debido al aumento de burocracia en los laboratorios. En la actualidad, son 1.030 trabajadores frente a los 2.082 que conforman el personal docente e investigador. "La plantilla es insuficiente. Los docentes están saturados de papeleo, tienen un trabajo ingente. Y eso es desaprovechar el tiempo y hacer las cosas mal, porque lógicamente un administrativo realizará las tareas de gestión mejor que un profesor", se queja Ignacio Loy, secretario de Universidades de CC OO y presidente de la Junta de Personal Docente e Investigador.
En este sentido, Avelino José Suárez, coordinador de CSIF en la Universidad, asegura que en la plantilla del PAS laboral "hay más de 100 plazas vacantes, de las cuales 50 están vacías de verdad, mientras que las otras 50 fueron cubiertas con eventuales". "Necesitamos llenar esas plazas. La gestión del Rectorado en estos tres años y medio ha sido nefasta, no nos ha dado nada al personal de administración", denuncia. Carmen Fernández, secretaria general de Universidad de SIPU- SAIF, también ve necesario dotar de más administrativos a la institución para aliviar de carga al profesorado así como reducir la dedicación docente, incrementada con el decreto Wert. "Ahora se están aplicando con carácter general 280 horas, nosotros queremos bajarlo a 240 como máximo", aclara Fernández, que también insiste en conseguir más financiación.
Ignacio Loy aporta un dato: este año la financiación de la Universidad será de 206,180 millones, un 6% más que el ejercicio anterior, pero el importe está "aún lejos" del de 2009, con 218,239 millones. La comparativa, dice, sirve para "tomar conciencia de la cantidad de dinero que se ha dejado de recibir". "El nivel de financiación actual es paupérrimo", opina. Loy señala como "amenaza grave" el aumento de la competencia de títulos online y de universidades privadas "que están degradando la enseñanza superior".
Por su parte, Esther López, de UGT, señala que "es un momento interesante para la institución" y que hay "motivos para estar preocupados". Pide hacer frente ya al envejecimiento de las plantillas para lo que reclama la elaboración de "un plan para responder antes de que el problema se produzca"; reducir la tasa de temporalidad "conservando este personal"; "igual salario para igual trabajo"; e implementar medidas de conciliación contra la crisis demográfica, como una bolsa de horas.
