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Millennium: la ventana indiscreta del HUCA

Un médico que se pelea en Urgencias, una denuncia por cotillear en datos clínicos, una sanitaria que intercambia mensajes, otra que testifica contra dos colegas: así es la madeja que intenta desentrañar una jueza ovetense

Cartel anunciador de los cursos para el manejo del programa Millennium, en las primeras semanas del HUCA. LNE

U n paciente "conocido". 8 de enero de 2017. Al servicio de Urgencias del HUCA llega un paciente. Está herido. Se ha visto envuelto en una pelea callejera. Los sanitarios que le atienden advierten que se trata de un compañero de trabajo, un médico de su mismo hospital. Cuando están atendiéndolo, aparece por los boxes otro hombre malherido. El médico se da cuenta: es su contendiente de un rato antes. Se lanza a por él, armado de un objeto punzante (bisturí o tijera). Es detenido por la Policía, operado e ingresado. Está hospitalizado un día y medio. Recibe el alta.

La sorpresa del doctor. Pasado un tiempo, y ya recuperado, el médico regresa a su trabajo en el Hospital Universitario Central de Asturias. Constata que mucha gente, demasiada, conoce con pelos y señales lo que le ha sucedido. El médico accede a su propio historial clínico y observa que han entrado en ese documento... ¡65 profesionales sanitarios! Compañeros de hospital de diversas categorías han accedido a sus datos a través del programa "Millennium".

El "vicio" del Millennium. El programa informático del HUCA es una plataforma de vanguardia, de interesantísimas prestaciones que, en los primeros meses de funcionamiento del nuevo HUCA, generó muchas quejas por su complejidad, pero que en los últimos años parece haberse convertido en una herramienta útil y que incluso ha dado premios al Hospital Central. En lo que nadie, o casi nadie, había reparado es en un "vicio" en el uso del programa que parece estar muy arraigado entre sus usuarios. Un vicio que puede resultar determinante en el desenlace de este caso.

Enfado y denuncia penal. Habíamos quedado en que una multitud aparentemente injustificada había accedido a la historia clínica del médico convertido en paciente. Decide profundizar en el asunto, reclama datos al HUCA y concluye que 29 habían entrado porque lo atendieron en el día y medio que estuvo hospitalizado. Asunto zanjado. ¿Y los 36 restantes? No se sabe. O, más precisamente, él no lo sabe. Y piensa lo peor: simple cotilleo. Decide denunciar por vía penal a 34 de ellos (8 médicos y 26 enfermeras). Angustia y zozobra entre los demandados. Saben que recientemente el Tribunal Superior de Justicia de Asturias y el Tribunal Supremo han condenado a dos fisioterapeutas asturianas a dos años y medio de cárcel y seis de inhabilitación absoluta por acceder al historial médico de una compañera y comentar detalles del mismo en presencia de algunos pacientes.

Veinticinco exculpados... Los 34 profesionales sanitarios han declarado ante la juez como investigados (antaño se decía imputados) a lo largo de las últimas semanas. Concluido este proceso, el abogado del médico denunciante pide ahora que 25 de ellos queden excluidos de la denuncia. Y lo hace así al dar por buenas las explicaciones que ofrecieron a la jueza que investiga el caso: que si accedieron a datos tan sensibles fue por razones asistenciales. Hoy mismo, lunes, la titular del Juzgado de Instrucción 2 de Oviedo tendrá sobre su mesa un escrito que le solicita varias cosas: las 25 exclusiones; que prosiga la investigación con otros 7 implicados; que cite, en calidad de investigadas, a dos trabajadoras que hasta el momento no habían sido involucradas; y que llame, en calidad de testigas, a dos sanitarias que formaban parte del grupo de investigados y que ahora abandonarán esa lista si la magistrada lo tiene a bien.

...Que han perdido el sueño y el dinero. Si la jueza lo aprueba, los 25 excluidos quedarán apartados del caso en breve. Apartados y sumamente enfadados. En primer lugar, porque en los últimos meses lo han pasado fatal, han sido presa de la angustia y del estrés, ante la amenaza de una durísima pena por algo que no tenían conciencia de haber hecho. Y, segundo, porque el haber sido citados como investigados les habrá costado un mínimo de 600 euros en abogado y procurador (salvo que hayan recurrido a la asistencia jurídica de un sindicato o de su colegio profesional).

¿Habrá contraataque? No sería raro que algunos de estos exculpados estén pensando en emprender acciones contra el denunciante por lo que consideran una ligereza por su parte. Éste seguramente replicará que lo único que hizo fue reclamar al HUCA una lista de personas que habían accedido a sus datos, separar a las que le habían atendido de las que no, y obrar en consecuencia con estas últimas. La jueza Simonet Quelle dirá la última palabra.

Investigados con historias particulares... Pero hay más. Todo apunta a que seguirán en el proceso nueve investigados: siete mujeres y dos hombres. Algunos de ellos protagonizan subtramas particulares. Una, supervisora, asegura que desde su usuario del programa "Millennium" accedieron a la historia clínica del médico otras personas cuya identidad desconoce. ¿Por qué? Por el "vicio" de uso ya apuntado antes. El inicio de cada sesión es muy lento, y resulta muy frecuente que los usuarios lo dejen abierto cuando se alejan de su ordenador con la intención de volver a usarlo al cabo de un rato. Y siempre cabe la posibilidad de que un compañero, con curiosidad malsana, aproveche esos instantes para, con esa misma clave, acceder a los datos de otro enfermo, pero dejando la huella del colega.

...Y particularísimas. Otra de las investigadas tiene una historia especialmente singular: había intercambiado con anterioridad mensajes de "Whatsapp" con el médico denunciante. Pero el facultativo la ha denunciado porque ella entró en su historia hasta once veces el 9 de enero y dos veces más el 10 de enero, cuando ya había recibido el alta. Un hecho que considera ajeno a cualquier motivación profesional.

Testigas de cotilleos. En tercer lugar, está otra trabajadora del HUCA que figuraba en la lista de investigados y que el denunciante ha pedido que pase a ser testiga. ¿Motivo? En su declaración aseguró que observó a dos compañeras "viendo la historia" del médico utilizando claves de otros trabajadores. Esas dos compañeras son las que pueden pasar a engrosar la lista de investigados. Esta misma "observadora" le contó a la jueza que, además de ella, otras dos compañeras fueron testigas de la acción indiscreta, por lo que el demandante solicita que también sean llamadas a declarar. Una de ellas, como se ha comentado, dejará la lista de investigados. La otra es nueva en el caso.

El Millennium como mirador. Y hasta aquí llega, por el momento, una madeja que la jueza deberá desenmarañar con destreza. Sobre el papel, todo dependerá de que el programa informático Millennium sea considerado, o no, la "ventana indiscreta" del HUCA. Eso sí: sin la magistral intervención de Alfred Hitchcock, James Stewart y Grace Kelly.

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