Recoger con frecuencia la basura para que los contenedores no rebosen, situar los cubos cerca de las casas y en puntos bien iluminados durante noche, e instalar cubrecontenedores para evitar que los recipientes vuelquen con el viento.

Son tres medidas "poco costosas y muy útiles" para que los osos no se acerquen a los pueblos. Las recoge un estudio de la Fundación Oso Pardo (FOP), presentado ayer a raíz de que el pasado 7 de septiembre los vecinos de la localidad leonesa de Villablino grabasen a un joven plantígrado buscando comida en un contenedor.

La organización conservacionista sostiene que "no hay constancia en la Cordillera Cantábrica de que existan osos habituados" a la basura, a diferencia de lo que sucede en otros puntos de Europa, pero insiste en que "vale más prevenir". Además de controlar los desechos, los expertos aconsejan prestar atención a "otros atractivos" para la especie, como son la fruta y el pienso para terneros y perros.

La Fundación Oso Pardo realizó a lo largo del año un estudio en Villablino y Somiedo para analizar la gestión que se hace de las basuras en ambos concejos. La conclusión fue la misma: "los desperdicios están bien tratados, pero aun así los osos tienen numerosas oportunidades de acceder a contenedores situados en lugares apartados, merenderos y pueblos poco habitados". En Somiedo la población osera asciende a unos sesenta ejemplares.

El colectivo advierte de que la basura "es una fuente de alimento muy rentable para la especie, pues siempre está disponible, independientemente de la estación del año y de las condiciones ambientales", y que los osos basureros sufren tasas de mortalidad más altas que el resto.

En el caso de que el blindaje de contenedores no funcionase, los especialistas piden aplicar el protocolo de intervención de osos aprobado en enero de este año, el cual autoriza el uso de balas de goma, perros adiestrados, gritos o petardos para ahuyentar a los animales.