"Actuamos correctamente, estamos muy tranquilos", aseguró ayer el rector Santiago García Granda antes de comparecer ante el Juzgado número 2 de Oviedo por la querella presentada por un profesor tras la anulación de un concurso. García Granda compareció junto a la directora del departamento de Derecho Público, Isabel García-Ovies Sarandeses. Los dos invocaron el dictamen de los servicios jurídicos.

"Nosotros sacamos a concurso una plaza para sustituir a la defensora universitaria (Paz Andrés Sáenz de Santa María), y esa plaza es la que ahora ocupa la persona a la que hemos renovado el contrato", añadió el rector. García Granda indicó que todas las decisiones se toman "siempre con el asesoramiento de los servicios jurídicos". "Se cubrió la sustitución con una renovación de contrato, era lo que correspondía", aseguró. Para el rector, "no hubo ningún fallo: se convocó la plaza, hubo una reclamación, se aceptó y renovamos el contrato". No obstante, reconoció que "quizá nunca debió convocarse".

García Granda admitió que este asunto puede afectar a su campaña para renovar el cargo, que será en abril. "Todo afecta, estamos a las duras y a las maduras". El rector indicó que la sentencia del Juzgado contencioso que conmina a la Universidad a seguir el concurso que se anuló, está recurrida, "pero está paralizada por una petición de la persona que curiosamente debería querer que siguiese adelante, es extraño". Tanto Granda como García-Ovies se negaron a contestar a las preguntas de la los letrados de la acusación particular, Fernando Barutell y Nino Torre.