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El primer quesero de la familia

Alberto Martínez decidió convertirse hace siete años en elaborador de gamonéu del valle para vivir y trabajar donde tiene sus raíces

Alberto Martínez Alonso, en la sala donde ahúma sus quesos. A. P. P.

Se puede decir que Alberto Martínez Alonso es el primer quesero de la familia. Estuvo estudiando en Gijón unos años y dejó los estudios tras tomar la decisión de quedarse definitivamente en su pueblo, Corao, y dedicarse allí a la elaboración de queso gamonéu del valle. "Empecé hace siete años a hacer el queso con las tres leches, vaca, oveja y cabra. Aprendí a hacer el queso de forma autodidacta. Quería quedarme en el pueblo y pensé en convertirme en elaborador, nunca me dio miedo dar el paso y, además, al vivir en un pueblo tampoco tienes muchas opciones", dice. A renglón seguido añade: "Es un trabajo muy gratificante, y me va bien. Es una actividad muy guapa si te gustan la aldea, los animales, subir a curar el queso a la cueva en los Lagos, en fin, todo eso", matiza este hombre, que comercializa su producto con el nombre de Quesería Priena.

Alberto Martínez elabora cada dos días, salvo en diciembre y en enero, cuando no hace quesos. En cuanto a la cantidad, señala que la suya es "una quesería pequeña. La producción depende un poco del tamaño, saco quesos desde un kilo hasta los de siete kilos. Más o menos hago unos 5.000 litros al mes. Es un trabajo duro. Empiezo a las seis y media de la mañana y no termino hasta las diez de la noche, pero no me quejo, me va bien, me gusta mucho lo que hago", afirma este hombre, que además tiene que atender a sus animales, ovejas, cabras y vacas, que tiene en praos próximos al lugar en el que reside. Compatibiliza estos cuidados con las tareas de elaboración del gamonéu del valle.

Ni cree que haya un exceso de producción ni tampoco que este queso sea caro. "No hay exceso de gamonéu porque se vende todo. Lo que hay que hacer es insistir más en cuidar la calidad, pues es el mejor filón que podemos tener. En cuanto a la fama de que es un queso caro, no estoy de acuerdo. En mi opinión, una cosa es cara cuando pagas lo que no vale", dice.

Respecto a emprender en el medio rural, es claro: "Empezar de cero como ganaderos es difícil, pero yo conozco gente que lo ha hecho. Tampoco debe ser más fácil empezar de cero en la ciudad. O tal vez en el campo hay menos posibilidades, pero también contamos con ayudas para llevarlo a cabo. No sé. En los pueblos la vida es mucho más barata que en la ciudad y vives más tranquilo. Aquí no vas a hacerte rico, pero aprendes a vivir con menos y a disfrutar igualmente de tu vida", señala.

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