"Alabo a todos los que hicieron que esto sucediera -dice Dionisia Niembro asomada a la ventana de su casa de La Bolera, en Asiegu- porque las cosas hay que lucharlas, no vienen solas", sentencia oteando desde lo alto de su vivienda al que ha sido galardonado como "Pueblo ejemplar de Asturias". Lo dice mientras ve a parte de sus vecinos afanarse en limpiar y adecentar cada uno de los rincones, orgullosa de que entre todos hayan logrado ser ejemplares y que, además, lo demuestren cada día trabajando todos por el mismo bien común.
Dionisia irá a uno de los miradores de este pueblo cabraliego a representar a "las pastoras de toda la vida" cuando los Reyes, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía lleguen hasta ese punto de la localidad. Para ese momento "mira cómo van a tenerlo todo los que tanto han trabajado", apunta Dionisia mirando hacia Nicolás Alonso, Felipe Niembro, Fernando Guerra, Javier Niembro y José Antonio Bueno, que ayer estaban bien atareados desde temprano.
Lo estaban también los operarios de una empresa de alquiler de estructuras metálicas que, plano en mano, ubicaban las vallas y los escenarios concretos en los sitios señalados tal y como marca el protocolo, que han de seguir a rajatabla.
Mientras tanto, Asiegu sigue sacándose lustre y puliendo detalles que parecen no tener fin. Ramón Mier y Felipe Niembro se afanaban en limpiar, bajo la lluvia, intensa en algunos momentos, los restos de cemento y hormigón que aún quedan por "la avenida de les vaques", que ahora sí ya está lista para recibir a los Reyes. Y también a sus hijas. A ellas, precisamente, va dedicado uno de los frontales que hace las veces de respaldo de un banco que mira al Urriellu. Allí, grabados a fuego, lucen la Corona Real y sus nombres: Leonor y Sofía. Un recuerdo imborrable para las pequeñas, que inaugurarán esta obra del artista José Sahagún.
"Ahora sí", reitera Mier. "Entre hoy y mañana ya tenemos que acabar porque el tiempo se nos agota", apuntaba el vecino al tiempo que explicaba que los trabajos que acometían consistían, en parte, "en limpiar con agua a presión la zona y barrer". Pero a estas alturas "la gente ya está cansada", asegura, porque han sido días intensos y "llevamos desde el día 4 de septiembre sin parar", recuerda. Sin embargo, hay algo que no quisieran que acabara. Después, cuando todo pase, "no deberíamos perder la costumbre de juntarnos al menos una vez al mes para arreglar aquello que veamos que se rompe", añade Felipe Niembro, que durante estos días ha recordado la esencia del espíritu de las sextaferias.
