Cientos de mujeres respondieron esta tarde en varias localidades asturianas a la convocatoria realizada por diversos colectivos feministas nacionales y regionales. La llamada a la concentración, con respuestas en Oviedo, Gijón, Avilés y Mieres, entre otras localidades, tenía un argumento claro: expresar desacuerdo con la sentencia de la llamada "manada de Manresa" y alzar la voz para pedir un cambio legislativo por el que ya clamaron tras la sentencia de la "manada de Pamplona". Un cambio que, sobre todo, incida en calificar como agresión sexual y no como abuso -lo que penalmente supone un grado menor- las situaciones que se reconozcan como violación aunque no haya intimidación o violencia.

En la sentencia hecha pública hace unos días, la sección 22 de la Audiencia de Barcelona condenó a 5 acusados a penas de 10 a 12 años por abuso sexual y abuso sexual continuado a una menor, pero no llegó a contemplar como pedía la Fiscalía, que se elevara la pena a agresión sexual. La sentencia reconoce que la víctima fue violada por turnos en una fábrica abandonada durante un botellón. Y a pesar de la brutalidad del crimen que reconocen los magistrados, el tribunal estima que con la ley en la mano no puede ser tipificado como agresión sexual dado que la víctima estaba inconsciente tras haber ingerido mucho alcohol y consumido drogas, lo que les impediría considerar la ausencia de violencia e intimidación.

"La justicia real es que se reconozca que si no hay consentimiento, es violación porque nuestros cuerpos nos pertenecen solo a nosotras y a nuestra voluntad", señalaban en días pasados desde el colectivo feminista "Les Rudes", uno de los convocantes en Astuiras.