El recién elegido diputado del PP-Foro por Asturias Isidro Martínez Oblanca ha dimitido de su cargo como vocal de la directiva de Foro en Gijón en discrepancia con la falta de información sobre las cuestiones internas.

En una carta remitida por Martínez Oblanca al presidente de Foro-Gijón, Álvaro Muñiz Suárez, el diputado, uno de los dirigentes foristas más fieles a Francisco Álvarez-Cascos, asegura que el pasado viernes conoció la dimisión de la concejala Ana Braña, "con el consiguiente descrédito de Foro, ya que resulta extraordinariamente negativo para los gijoneses que nuestros representantes renuncien al cargo para el que han sido elegidos".

Oblanca afirma que no es la primera vez que conoce "por informaciones externas asuntos de singular trascendencia para nuestra organización local". Incide además en que la dimisión de la concejala "se produce coincidiendo con el cierre de la campaña electoral" de la coalición PP-Foro, "aunque a principios de agosto ya se habían publicado en la prensa escrita sus intenciones de renuncia".

El diputado añade que dado que Ana Braña es también vicepresidenta local de Foro y miembro de la comisión directiva regional, "cabría suponerle una especial responsabilidad que contrasta con la dañina divulgación de su renuncia al cargo electo".

"Decepcionado con este comportamiento y con una organización local que no ha tenido a bien comunicarme nada, pese a que su anuncio nos perjudica como partido y también me afecta como candidato en las Elecciones Generales, te ruego formalices mi renuncia a la vocalía de la Comisión Directiva Local", concluye Oblanca en su carta a Álvaro Muñiz. El escrito fue remitido antes de que se cerrasen las urnas ayer domingo, jornada electoral.

Preguntado por este periódico sobre la carta que le remitió Oblanca, el presidente de Foro Asturias en Gijón, Álvaro Muñiz, se limitó ayer a señalar: "Yo tengo por costumbre responder personalmente a las cartas personales; no voy a los periódicos a contestar a ninguna carta", en respuesta a la misiva del diputado nacional que Muñiz había recibido por correo electrónico y había visto reflejada en la edición digital de LA NUEVA ESPAÑA.