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Escándalo en un club ovetense de fútbol: una jugadora enviaba a su novio fotos de sus compañeras desnudas

El segundo entrenador era el receptor de las imágenes y convenció a su pareja para que hiciera tomas sexuales de sus hermanas menores

Escándalo en un club ovetense de fútbol: una jugadora enviaba a su novio fotos de sus compañeras desnudas

Escándalo en el club ovetense "Grisú" de fútbol femenino. Una investigación abierta al segundo entrenador del equipo, P. M. F., por varios casos de pedofilia, destapó que una de las jugadoras de equipo, con la que él tenía una relación, estaba fotografiando a sus compañeras en los vestuarios mientras se duchaban o cambiaban de ropa. La joven, A. F. G., entregaba las fotos a su novio, que luego la convenció para que tomase instantáneas a sus propias hermanas, una disminuida psíquica de 16 años y otra de tres. Por si fuera poco, los dos se hicieron pasar en Facebook por promotores del grupo de adolescentes "Gemeliers", lo que les permitió contactar a una niña de San Sebastián, de la que obtuvieron fotos sexuales. El hombre iba a quedar con ella para tener relaciones sexuales cuando la adolescente denunció los hechos y se descubrió todo el asunto.

Los dos implicados, ambos de 39 años en la actualidad, se sentarán este lunes en el banquillo de la Audiencia Provincial de León. El entrenador se enfrenta a una petición fiscal de 29 años y tres meses de prisión, por un delito continuado de vulneración de la intimidad, tres delitos de utilización de menores con fines pornográficos, otro de captación de menores con los mismos fines y otro de posesión de pornografía infantil. Para la mujer implicada, se solicitan cinco años y diez meses de cárcel.

A. F. G., de 36 años, entró en septiembre de 2016 a jugar en el Club "Grisú" de fútbol femenino. En octubre o noviembre de ese año, inició una relación con el segundo entrenador y delegado del equipo, un amorío del que nadie sospechaba nada. P. M. F. comenzó a pedir a su novia que hiciese fotos con el móvil a sus compañeras de equipo, mientras se encontraban en el vestuario duchándose o cambiándose de ropa. Pese a sus reticencias iniciales, la mujer comenzó a hacer las fotos en diciembre de 2016, y así hasta el final de la temporada, en mayo de 2017. La jugadora hizo fotos y vídeos de una docena de jugadoras mayores de edad, así como de otra que tenía 16 años en aquella época. En las fotos se aprecian desnudos integrales.

Según el ministerio público, entre los meses de mayo y julio de 2017, el hombre logró convencer a su novia de que le suministrara material de contenido sexual de las hermanas de ella, menores de edad y residentes en Villablino (León), bajo la amenaza de romper la relación si se negaba. Cuando se quedaba al cuidado de las menores -una de 16 años, con una minusvalía psíquica de gran alcance, y otra de tres años y medio- realizaba con ellas juegos de contenido expresamente sexual, de forma que exhibieran sus genitales de forma explícita ante la cámara de fotos. La mujer enviaba de inmediato las fotos a su novio a través de Whatsapp y hacían comentarios sobre los pormenores de las imágenes y los vídeos.

El hombre siguió presionando a su novia, esta vez para que le enviase fotografías obtenidas de internet, de naturaleza sexual y de menores, y además las comentase. Le preguntaba por ejemplo qué opinaba ella de mantener relaciones sexuales con las personas de las fotografías, "si se las follaría, cómo tienen las tetas, si tiene pelo en los genitales", y comentario de este tenor.

Todo el asunto salió a la luz al saberse que, haciéndose pasar por representantes del grupo musical "Gemeliers", tanto el entrenador como la jugadora habían contactado a través de Facebook a otra menor, ésta de 14 años, residente en San Sebastián y bajo la tutela de la Diputación Foral de Guipúzcoa. A esta adolescente la convencieron para que les enviase fotografías suyas en las que aparecía desnuda. El señuelo era que querían comprobar si podía participar en el rodaje de un videoclip musical.

Cientos de fotos y vídeos

El hombre quiso ir más allá y trató de quedar con ella para mantener relaciones sexuales, pero la menor denunció los hechos ante la Policía vasca antes de que el encuentro llegase a concertarse. En la vivienda del hombre, situada en la calle Jovellanos de Oviedo, los agentes de la Guardia Civil encontraron cientos de imágenes y vídeos de contenido pedófilo. No hay al parecer pruebas de que las haya distribuido a otro pedófilos.

Un día después de que la menor donostiarra denunciase los hechos, A. F. G. se dirigió al puesto de la Guardia Civil de Villablino, donde relató a los agentes todo lo que había ocurrido, facilitando el acceso a las cuentas de correo electrónico y sus comunicaciones con el segundo entrenador del "Grisú".

El padre de jugadora, representante legal de las hermanas menores que fueron usadas para obtener material pornográfico, ha renunciado a las acciones penales y civiles que pudieran corresponderle.

En el Club "Grisú" se enteraron cuando ya estaba bastante avanzada la investigación. Tanto el segundo entrenador como la jugadora abandonaron el club por estos hechos.

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