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Asturianos con mando en plaza en Cuba

Visita histórica de los Reyes de España a la isla, donde los recibió el presidente Díaz-Canel, con orígenes en Castropol

La Reina Letizia da la mano a Miguel Mario Díaz-Canel, ayer, en La Habana, en presencia del Rey Felipe y la esposa del dictador cubano, Lis Cuesta. CASA DEL REY

De histórica es calificada la visita de los Reyes de España, esta semana, a Cuba, ya que es la primera de carácter de Estado de un monarca español a la isla caribeña, que sigue en manos de la dictadura asentada por Fidel Castro en 1959 y de la que este año se ha conmemorado su 60.º aniversario.

Como anécdota quedará también la reunión de dos asturianos con mando en plaza en La Habana, que no son otros que la Reina Letizia y el presidente de Cuba, Miguel Mario Díaz-Canel (Villa Clara, 1960). Porque ambos comparten tierra de origen, aunque los vínculos del dirigente cubano (sucedió a Raúl Castro en abril de 2018) son algo más lejanos en el tiempo que los de la Reina, nacida en Oviedo en 1972.

Díaz-Canel hunde sus raíces en Castropol, de donde era su bisabuelo, aunque él mismo llegó a decir que el asturiano era su abuelo en un encuentro pasado con el presidente español Pedro Sánchez. En líneas generales el vínculo del dictador cubano con el Principado está en la aldea de As Barreiras con Juan Díaz-Canel como el primero de la saga. Sus cinco nietos varones emigraron a Cuba a finales del siglo XIX y uno de ellos, Ramón, es el bisabuelo de Díaz-Canel.

Primer día de la histórica visita de los Reyes a Cuba

Primer día de la histórica visita de los Reyes a Cuba

En Castropol aún queda familia del dirigente cubano, quien no ha olvidado su origen asturiano. Consta que está muy orgulloso de "la belleza" de su pueblo, tal y como relató por carta al escritor Antonio Cuervas-Mons hace un año, quien le envió un ejemplar de "Castropol: referencia en diversidad".

Si Letizia y Miguel Díaz-Canel hablaron de Asturias no ha trascendido. Pero es ya un viaje histórico plagado de anécdotas, como la del paseo de los Reyes por el centro histórico de La Habana. Si la Reina es la que debe soportar continuamente que escruten su vestimenta con todo detalle, en esta ocasión igual se libra. Porque quien destacó fue su marido: Felipe VI lució la típica guayabera caribeña, en tono azul y de estrena, a juzgar por las marcas bien visibles de los pliegues.

El primer encuentro de los Reyes con el presidente cubano se produjo ayer a media tarde (por la mañana en Cuba) en la sede del Consejo de Estado, donde también estuvo su esposa, Lis Cuesta. Antes, los monarcas -flanqueados por los gigantescos retratos de los revolucionarios Che Guevara y Camilo Cienfuegos- habían depositado una corona de rosas con la leyenda "Sus Majestades los Reyes a José Martí" en la plaza dedicada a éste. La delegación española se completa con el ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación en funciones, Josep Borrell.

El Gobierno de España quiso transmitir ayer "normalidad institucional y cordialidad" en una visita que se ha medido al dedillo por ser Cuba una dictadura, pero también la última colonia española en ultramar y el país iberoamericano que no había recibido aún una visita del Rey. "Son 500 años de la fundación de la ciudad, España no podía faltar a esta cita histórica", dijo Borrell. El Rey se reunió con Díaz-Canel y sus delegaciones durante una media hora, un encuentro en el que se habló "de todo", añadió Borrell.

Y Asturias volvió a asaltar a la Reina Letizia durante la tarde, porque junto a Lis Cuesta visitó la escuela taller de cooperación española en la isla que se llama "Gaspar Melchor de Jovellanos", en recuerdo del ilustrado gijonés. Luego tocó el citado paseo por La Habana Vieja y a la noche una gala. Hoy sigue el viaje con una apretada agenda institucional, en la que figura una reunión con los españoles allí desplazados.

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