Agustín Costa solía decir que tenía cuatro hijos en casa (Rafa, Lucía, Guti y Raquel) y otros cuatro en la empresa (Dropsens, Micrux Fluidic, Health Sens y NanoVex). El catedrático de Química Analítica está considerado por muchos profesores de la Universidad de Oviedo como el creador de "spin off" "con más éxito de los últimos tiempos". Una de ellas forma parte de la multinacional Metrohm y otra está a punto de lanzar al mercado mundial un aparato portátil para detectar la enfermedad renal. Su última contribución a la sociedad fue el desarrollo de un kit de diagnóstico rápido de la celiaquía en Asturias, que con dos gotas de sangre es capaz de descubrir la intolerancia al gluten en apenas diez minutos. "Lo mío fue emprender a contracorriente y en situaciones de crisis; también me llevé algún que otro disgusto pero mi virtud es la crecerme ante las adversidades", contó en una entrevista a LA NUEVA ESPAÑA.

El profesor Costa formó parte de la promoción 1969- 1974 de la Facultad de Química -precisamente el próximo sábado día 30 se iban a reencontrar todos los exalumnos en una cena anual, que será pospuesta-, se doctoró en 1977 y realizó una estancia postdoctoral en Exeter (Inglaterra). A lo largo de su extensa carrera -seguía trabajando a sus 70 años- publicó más de 230 artículos en revistas científicas, presentó más de 240 comunicaciones en conferencias nacionales e internacionales, supervisó 26 tesis doctorales, sacó 15 patentes y participó en 30 proyectos de investigación, siendo líder en 27 de ellos. Casi toda su trabajo se centró en el electroanálisis, siendo sus principales líneas los sensores electroquímicos, los chips electroforéticos, los sistemas de flujo con detección electroquímica y las herramientas analíticas en papel.

Además, Agustín Costa supo vincular como pocos a la Universidad con el mundo empresarial. Fundó cuatro "spin off", que para él fueron "como otros cuatro hijos; cuatro entes vivos que han salido de tus manos". El primero fue DropSens, que hoy forma parte de la multinacional Metrohm. Fue la compañía que hizo "con más ilusión y con más ganas". "Me marcó. Y ver que hoy es una empresa de éxito me llena de orgullo", señaló a este periódico. Poner en marcha las cuatro empresas, no obstante, supuso " un esfuerzo adicional, ya que nadie me ayudó, ni siquiera la institución a la que represento". En la actualidad, universidades de prestigio como la de Harvard compran sus productos.

Donación al cáncer

El catedrático de Química Analítica también aspiró al Rectorado en las elecciones de 2016. Coincidió en la carrera con su compañero de departamento, Santiago García Granda, hoy máximo representante de la Universidad, y con los catedráticos de Psicometría José Muñiz y de Bioquímica Pedro Sánchez Lazo. Aunque su sueño era ser "el próximo rector de la Universidad de Oviedo, Agustín Costa quedó eliminado en la primera vuelta junto a Sánchez Lazo. En su mente tenía un modelo de Universidad en la que el salto de la investigación básica a la aplicada fuese más fácil con la meta de que los titulados pudiesen emprender, crear riqueza y empleo. "Durante la campaña electoral fue un candidato respetuoso, muy firme e innovador en sus propuestas y, tras las elecciones, se convirtió en miembro activo del Consejo de Gobierno hasta su jubilación", destacó ayer Santiago García Granda.

El funeral por Costa se celebrará hoy a las 16 horas en la iglesia de San Isidoro El Real de Oviedo. La familia no admite flores y anima a hacer una donación a la Asociación Española de Afectados por Sarcomas para su investigación.