"No confiamos en los políticos; muchas veces no cumplen lo que prometen, lo único que les interesa es ganar votos. Confiamos en algunos, no en los que lideran los grandes partidos. Nos preocupa que haya partidos políticos que no tengan en cuenta los derechos, y eso nos da miedo". Esta es la opinión de una selección de niños asturianos que participaron, como grupo de discusión, en el Barómetro de Opinión de la Infancia y la Adolescencia 2019 elaborado por Unicef sobre 8.598 encuestas a niños y adolescentes entre 11 y 18 años pertenecientes a 133 centros educativos de toda España. El dato que completa la opinión expresada anteriormente es que más del 80% de los encuestados consideran que los políticos no son de fiar, no escuchan a la ciudadanía, ni se preocupan de los asuntos que afectan a la comunidad. Un porcentaje aún mayor, el 81,2%, opina que los políticos solo se interesan por el dinero.

Las encuestas anónimas se complementaron con grupos de discusión en Aragón, Canarias, País Vasco y Asturias. En el caso del Principado, opinaron chicos y chicas de los consejos locales de participación de Llanera, Laviana, Noreña, Avilés, Belmonte, Oviedo, Siero, Castrillón y Gijón, que son integrantes del grupo de asesoramiento de Unicef en Asturias.

La desafección ciudadana hacia la política en España, a lo que se ve, no es solo patrimonio de los adultos. El barómetro difundido ayer revela que los niños y adolescentes son muy pesimistas con respecto a la situación política. Más de la mitad de los encuestados (53,8%) consideran que la situación política estatal es "mala" o "muy mala". Desconfían especialmente de las opiniones de los líderes nacionales, aunque dan más credibilidad a los gestores municipales: el 36% estima que la situación política municipal es "buena" o "muy buena". Son pesimistas respecto a la situación política y económica de España: solo uno de cada diez cree que puede mejorar a corto plazo.

Al preguntarles qué harían si tuvieran la posibilidad de votar, cuatro de cada diez dijeron que votarían a un partido político y un 12% aseguró que su voto sería en blanco o nulo. El porcentaje de los que se declaran abstencionistas es del 11 por ciento.

Algo más de la mitad de los niños y adolescentes españoles ya se decantan por una ideología concreta. En la encuesta hay datos curiosos. Un 4,7 por ciento de niños se declaran de "extrema derecha" y un 2,3 por ciento se consideran de "extrema izquierda". Hay un 6,8% que se dicen "de centro", un 8,35% que se sienten "de derechas" y un 16%, el grupo más cuantioso, que se sienten "de izquierdas".

Por niveles sociales se aprecian también diferencias: entre los encuestados de familias más ricas hay un 43,7% dispuestos a votar a partidos políticos. Entre los niños de familias pobres el porcentaje de los dispuestos a votar es del 36,3%.

Los partidos políticos son las instituciones que menor confianza les producen. Los puntúan con un 3 sobre 10. Los científicos son, en cambio, sus preferidos, con un 7. Entre las instituciones que suspenden también están los bancos, los ayuntamientos, el Rey, los representantes religiosos y el Gobierno estatal.

La encuesta ha detectado también que los niños y niñas más pequeños están muy preocupados por la falta de tiempo de sus padres para estar con ellos. En este sentido se expresaron un 80% de los encuestados en edades comprendidas entre los 11 y 12 años. En grupo de discusión de Asturias, los autores de esta encuesta recogieron esa opinión. "Hay padres que tienen un horario fijo, llegan a casa y están muy cansados, y es normal que ellos no tengan tiempo. Pero es que nosotros tampoco tenemos tiempo para ellos. Lo mismo que para estar con nuestros hermanos, ellos tienen sus academias, sus extraescolares, y luego nos recriminamos que no tenemos tiempo para vernos. Para eso pediríamos a los institutos que se organicen mejor para que podamos tener vida".