Un total de 240 cormoranes serán abatidos de aquí a abril de 2020 en Asturias. Así lo ha autorizado el gobierno regional después de las quejas continuas de pescadores y agricultores, que sostienen que la especie está sobredimensionada con el consiguiente daños en algunos cultivos y también en la población fluvial como los salmones.

Por cuencas, el reparto de cormoranes a abatir es el siguiente: 90 para la del Nalón, 40 para la cuenta Caudal-Aller, 50 para la del Narcea, 30 para la del Sella, 20 para la Cuenca del Deva/Cares y la del Bedón, 5 para la del Esva y 5 para la del Navia.

La medida ha provocado el malestar de grupos ecologistas y conservacionistas, que tachan de "desproporcionada" una medida que, advierten, "podría vulnerar la legislación vigente".

Los controles de la población de cormoranes se aplican en Asturias desde hace más de 13 años. Los conservacionistas cifran en 3.000 los individuos que se han eliminado hasta ahora. "A estos habría que sumar los ejemplares que no se recogen ni se contabilizan, que acaban malheridos, que podrían superar ampliamente ese número", señalan. "A pesar de ello, no se ha frenado el declive de las poblaciones de salmónidos, objetivo que se perseguía con estos descastes".

En opinión de los colectivos contrarios a los controles, el cormorán es en Asturias una especie de "cabeza de turco" para no afrontar "los verdaderos problemas causantes de este declive": contaminación, furtivismo, encauzamientos y dragados de ríos, destrucción del bosque de ribera y de los frezaderos, presencia de presas, embalses y otros obstáculos que impiden el libre movimiento de los peces a lo largo de los ríos y el acceso a las zonas de freza en las cabeceras, repoblaciones que erosionan genéticamente las poblaciones, introducción de especies alóctonas, sobrepesca, etc.

Avisan de que el cormorán no es una especie invasora, que tiene un papel para mantener el equilibrio en el ecosistema y que los controles no alcanzan los objetivos de reducción poblacional que buscan los pescadores y el Principado.