El diputado de Foro en el Congreso, Isidro Martínez Oblanca, ha acusado hoy a la presidenta de su partido, Carmen Moriyón, de intentar "cambiar la esencia" de esta formación para "reeditar un nuevo Pacto del Duernu" con el PSOE, el supuesto para repartirse el poder entre socialistas y populares denunciado de su fundación por el partido impulsado por Francisco Álvarez-Cascos.

Oblanca se ha expresado así en un comunicado tras asistir a la reunión extraodinaria que ha celebrado la Comisión Directiva de Foro, a la que no ha asistido el dimitido vicepresidente Álvarez-Cascos, y en la que se ha analizado la reunión mantenida por esta formación con el Gobierno regional para negociar los presupuestos del Principado para 2020. El parlamentario forista ha señalado que Moriyón ha continuado "asaltando" la composición de la directiva elegida en el tercer congreso del partido tras los cambios ya realizados con la incorporación a ese órgano de tres dirigentes afines a sus tesis, entre ellos José Suárez Arias-Cachero.

Según Oblanca, al nombramiento de Arias-Cachero, del que asegura que tiene abierto un expediente disciplinario por hacer campaña y pedir el voto el pasado mes de mayo en contra de su propio partido, se añade ahora el intento "de eliminar ilegalmente a varios componentes invocando argumentos insostenibles". De forma paralela, afirma Oblanca en un comunicado, se cuestiona y margina a otros miembros "que se oponen a sus manejos", como Pedro Leal, leal a Álvarez-Cascos, o al propio exvicepresidente del Gobierno, mientras Moriyón y Arias-Cachero "olvidan que los principios ideológicos y el programa de Foro para Asturias".

Ese programa, subraya, "no puede servir de soporte de las políticas socialistas que llevan a Asturias al empobrecimiento, incertidumbre y decadencia, en lugar de dar continuidad a los postulados que defendimos desde nuestra fundación en todos los Congresos celebrados desde entonces”. En la anterior reunión de la Comisión Directiva en la que Moriyón dio lectura a un comunicado en el que advertía de que el tiempo político de Álvarez-Cascos "ya ha acabado", le achacaba el fracaso electoral de las últimas autonómicas y le recriminaba que basara su relación con Foro en las retribuciones que percibía del partido.