La situación de despoblación de muchos pueblos de Asturias es más dramática de lo que reflejan las estadísticas. Asturias cuenta con 22 concejos en situación de despoblación, de los que 16 de ellos se encuentran en "riesgo severo" ya que registran menos de 8 vecinos por kilómetro cuadrado. Pero la realidad aún es peor para muchas localidades que tienen menos vecinos de los que figuran el censo de cada ayuntamiento.
La dureza del invierno y la falta de servicios en muchos pueblos propician que los vecinos bajen bien a la capital del concejo o a ciudades de la región donde tienen a su familia. De ahí que pueblos como Orderias, en Somiedo, que cuentan con varios vecinos y casas habitadas en su censo oficial, ofrezca prácticamente una imagen tan desértica como blanca. Apenas un vecino, con algo de ganado en la zona, se mantenía en el pueblo, de mil metros de altura, cuando días atrás llegaron las primeras nieves. "Son las consecuencias de la despoblación. Esto es muy guapo pero es más cómodo estar en Oviedo y salir tomar algo", comentaba a este diario José Menéndez, quien contaba que es práctica habitual, ya costumbre, que la mayoría de los vecinos busquen la confortabilidad cuando llega el frío y la nieve y el ganado tiene también que bajar a zonas menos adversas para su mantenimiento diario.
Los 16 concejos en riesgo severo de despoblación, criterio en el que la Unión Europea sitúa a los que cuentan con menos de 8 habitantes por kilómetro cuadrado son: Ponga (2,9), Illano (3,4), Pesoz (3,7), Somiedo (3,8), Ibias (3,9), Villanueva de Oscos (4,08), Yernes y Tameza (4,4), Allande (4,9), Caso (5), Quirós y Peñamellera Alta (5,7), Amieva y San Martín de Oscos (5,9), Belmonte (7,3), Grandas de Salime (7,5) y Taramundi (7,8 habitantes por kilómetro cuadrado).
Muchos pueblos de estos concejos ofrecen su mejor cara en los fines de semana, cuando mucha de la gente censada se acerca a ellos, bien porque tiene allí su casa y por otros motivos, como por ejemplo, la obtención de permiso de caza en la zona. Es el caso de Ponga, el municipio con mayor índice de despoblación, con menos de 3 habitantes por kilómetros cuadrado. Un trabajador municipal, buen conocedor de toda la zona por su quehacer diario, pone el foco sobre la realidad más que sobre los datos. "Aquí vive menos gente de lo que dicen las estadísticas", asegura este pongueto, cuyo concejo está ligeramente por debajo de los 600 habitantes, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).
La pasada semana un alud en la carretera al puerto de Ventana dejaba incomunicados durante unas horas tres pueblos de Teverga, Páramo, La Foceya y Villa de Sub pero el número de vecinos perjudicados por ese corte también fue inferior al de los que figuran en el padrón porque algunos de ellos estaban en San Martín (donde está la sede del ayuntamiento y de servicios como, por ejemplo, los sanitarios) o en pueblos cercanos.
En las cifras estadísticas no existe factor de corrección alguno que tenga en cuenta la marcha de vecinos durante una parte del año o la inscripción censal por motivos sentimentales en el concejo de origen, una situación que también se da como frecuente cuando la gente se inscribe en su segunda vivienda como si fuera la habitual. "El Padrón es un registro administrativo continuo que se crea a partir de las cifras que envían los ayuntamientos a este Instituto. En la Unidad de Padrón nos limitamos a la coordinación de los Padrones municipales con la información relativa a las variaciones mensuales que nos remiten los Ayuntamientos en ficheros informáticos, con el objetivo de que no se produzcan duplicidades entre los distintos Padrones municipales", explican desde el INE.
"Por su parte, los padrones de cada ayuntamiento se elaboran con los datos de los vecinos que acuden a esos ayuntamientos a empadronarse. Para ello, tienen que identificarse como vecinos de ese municipio aportando algún documento que lo acrediten esto es competencia de cada ayuntamiento pero generalmente aceptan para ello un título de propiedad o alquiler de vivienda, un recibo domiciliado", precisa un portavoz del INE. En cuanto a los Censos de población, que se hacen cada diez años, el recuento determina las personas que realizan la encuesta en ese momento en cada vivienda de los distintos municipios del territorio nacional, es decir se trata de una foto fija en un periodo muy concreto que puede varias sin que haya constancia fehaciente.
