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Grado y Candamo lloran a Fer Menéndez, un joven "deportista y trabajador" que falleció al chocar su coche contra un árbol

"Estamos desarmados, era un chico estupendo, serio y formal", lamentan los vecinos

Grado y Candamo lloran a Fer Menéndez, un joven "deportista y trabajador" que falleció al chocar su coche contra un árbol

Consternación y dolor en Grado y Candamo por la muerte de Fernando Menéndez Burgos, de 26 años. Perdió la vida trágicamente la noche del lunes, cuando el vehículo que conducía chocó contra un árbol caído en la carretera que une Grado y Avilés a la altura de Villamarín (Candamo).

Debido a la oscuridad de la zona, el joven no pudo evitar el impacto, que destrozó el parabrisas y el techo del coche. Es una pérdida que ha generado tristeza entre los vecinos de Grado, donde vivía, y un hondo pesar entre los habitantes del pueblo de su padre, Aces de Candamo, donde era muy conocido desde que nació y, sobre todo, muy querido.

"Estamos desarmados porque lo conocemos de siempre, era un chico estupendo, serio y formal, majísimo... estamos muy afectados", resumió Álvaro Arias, presidente de la asociación de vecinos de Aces. En la localidad candamina ayer lo invadía todo el silencio. Una pena profunda recorría las calles del pueblo, en el que viven sus padres, Fernando Menéndez y Sofía Burgos. Y, también, en Grado, donde el joven se crió y, en la actualidad, vivía en la zona de la estación de tren con su novia.

En la villa moscona acudió al colegio público Bernardo Gurdiel y después, al instituto Ramón Areces. En su niñez, practicó kárate en el Gimnasio Lino, donde ayer le recordaban con gran tristeza. "Estuvo hasta los 12 años más o menos, era un crío súper bueno, educado, trabajador y discreto, todo lo que diga es poco", apuntó Sol Fernández, del club.

También entrenó un tiempo, en categorías inferiores, en el Pilier Rugby Club de Grado, donde también queda un gran recuerdo de su persona.

Las muestras de cariño no cesaron ayer en las redes sociales, donde desde alguno de los grupos de activismo al que pertenecía le dedicaban uemotivas palabras a "Fer", como le conocían, una persona "con un corazón puro y una fe inquebrantable en aquello en lo que creía, renunció siempre a la vida cómoda a cuenta de la militancia activa".

El joven, muy querido en Grado y Candamo y cuyo velatorio está instalado en Grullos, será despedido hoy en la iglesia parroquial de Aces de Candamo, a las cuatro de la tarde, donde se oficiará el funeral y, después, recibirá cristiana sepultura.

El trágico siniestro se produjo en una zona con apenas visibilidad, sin puntos de luz

Muy poca o casi nula visibilidad. El tramo de la carretera AS-237 entre Grado y Avilés donde se produjo el fatal accidente en el que perdió la vida el joven Fernando Menéndez Burgos no cuenta apenas con puntos de luz desde la salida del pueblo de Villamarín (Candamo) hasta la entrada a Grado por Castañedo, dirección a la que se dirigía el fallecido tras haber estado en la casa de sus padres en Aces (Candamo).

Una zona muy oscura, con varias curvas, en la que todo parece indicar que impidió al joven evitar el impacto contra el tronco. Además, cabe señalar que el árbol que cayó sobre la vía y contra el que chocó el fallecido podría llevar escasos minutos tirado sobre la carretera. De hecho, a las 20.30 horas del pasado lunes, cinco minutos antes de que se produjese el fatal accidente, el Servicio de Emergencias del Principado de Asturias recibió aviso de que había un árbol en medio de la carretera que cortaba totalmente el paso a los vehículos. La siguiente llamada, a las 20.35 horas, ya alertó del trágico siniestro. Además, en el accidente se vio implicado otro vehículo, en un segundo impacto, conducido por un varón de 62 años de edad, que, por suerte, resultó ileso. Según informó ayer la Comandancia de la Guardia Civil de Oviedo, el equipo de Atestados de Tráfico continúa la investigación para determinar cómo se produjo el accidente.

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