Ante representantes de casi medio centenar de instituciones, el rector de la Universidad de Oviedo, Santiago García Granda, reclamó ayer "la colaboración" del tejido empresarial asturiano para incorporar "savia nueva" y "frenar el éxodo de talento que está desaprovechando esta comunidad y nuestro país". Granda destacó que "cada vez más estudiantes brillantes", como los que fueron premiados en el marco de la festividad de Santa Catalina, "están en relación con las empresas", aunque pidió más ayuda para la inserción laboral de jóvenes "con capacidad de adaptación a las nuevas formas de relación social y de trabajo". La institución académica asturiana "cuadruplicó desde 2016", según el Rector, el número de colaboraciones con empresas y cerrará el año con seis cátedras más que en 2018, lo que hará un total de 28.

García Granda coincidió "plenamente" en su discurso con la filósofa Adela Cortina, encargada de pronunciar la conferencia magistral, y dijo que "carece de sentido afirmar que las humanidades no influyen en el progreso humano". El rector suscribió una a una las palabras de la catedrática de ética: "Son útiles, proporcionan beneficio económico y han sido y son fuente de innovación, porque ofrecen soluciones para problemas concretos, que se traducen en transferencia del conocimiento al tejido productivo". El máximo representante de la institución académica reconoció que "no podemos cometer el error de marginar en la educación las lenguas clásicas, la filosofía, la literatura o la historia", ya que "las mejores universidades del mundo han decidido que las disciplinas de las humanidades, las artes y las ciencias sociales son centrales para todo el estudiantado al contribuir a una formación intelectual imperecedera".

Aprovechando la presencia del Consejero de Ciencia, Borja Sánchez, y en plena negociación de los presupuestos, el Rector exigió al Principado "compromiso y generosidad con la universidad asturiana para mejorar las condiciones de nuestras aulas y sobre todo de nuestros laboratorios".