El juicio contra E. V. H., la fisioterapeuta del Hospital de Langreo acusada de espiar el historial médico de una compañera, ha quedado visto para sentencia esta mañana en la sección segunda de la Audiencia Provincial después de que la mujer alegase que "fue accidental: es una línea ética que nunca sobrepasé". La víctima indicó por su parte que todo este asunto le había causado una "gran angustia".

La defensa, a cargo de Francisco Pérez Platas, arguyó que, en cualquier caso, la mujer no accedió a datos sensibles, ni los utilizó para perjudicar a su compañera, siguiendo la jurisprudencia del Supremo. El letrado resaltó que no ha habido un menoscabo sustancial y añadió que no hay comparación posible con el caso que le precedió: la ahora acusada denunció a dos compañeras que divulgaron su historial psiquiátrico en el Hospital de Langreo, y fueron condenadas a dos años y medio de cárcel. Para Pérez Platas, en el caso anterior sí que hubo un daño y un interés en perjudicar a su clienta, y no en el presente proceso.

La fiscal, Belén Fidalgo, mantuvo su petición de tres años y medio de cárcel, y la acusación particular, que ejerce la víctima de este presunto delito de revelación de secretos, asesorada legalmente por Iván Cortina, solicitó dos años y medio. Según Cortina, ha quedado acreditado el acceso de la fisio al historial de su compañera. Tenía además una motivación: demostrar que en el departamento se estaban dando tratamientos de tapadillo a trabajadores del mismo, una práctica que no se daba cuando ella era coordinadora.