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MEIK WIKING | El hombre más feliz del mundo publica "El arte de crear recuerdos"

"Hay que encontrar el equilibrio entre el placer y el deber"

l "Los buenos recuerdos son chutes de alegría" l "La nostalgia es un banco de felicidad" l "La soledad es la peor de las enfermedades"

Meik Wiking. FDV

Considerado por la revista "The Times" como el hombre más feliz del mundo, Meik Wiking (Dinamarca, 1978), director del Instituto para la Búsqueda de la Felicidad, lanza "El arte de crear recuerdos" (Cúpula), con consejos y ejercicios para mejorar la calidad de vida del lector mediante una gestión inteligente de la nostalgia, "un banco que atesora imágenes positivas del pasado", al que hay que acudir en momentos de bajón.

-Dicen que estamos hechos de recuerdos.

-En efecto, la identidad de las personas está hecha de recuerdos que facilitan la relación con otros. Además, mis recuerdos me conectan con quién era yo.

-Pero la función de la memoria es también el olvido.

-Claro. Saber olvidar es fundamental. Si recordásemos todo nos pasaríamos la vida cuestionando todas nuestras decisiones. El quid de la cuestión es conseguir recordar el mayor número de momentos felices para contrarrestar los bajones.

-¿Hasta qué punto dependen los recuerdos de mi voluntad?

-Puedes influir en lo que recuerdas. Seamos arquitectos de nuestra memoria. Lograrlo es vital para crear situaciones y experiencias que nos animen en el futuro. Tendremos una vida memorable si guardamos momentos felices.

-¿Por qué me cuesta tanto olvidar recuerdos recurrentes que me molestan?

-Nuestro cerebro subraya esos recuerdos emocionales vinculados a la tristeza y a la vergüenza o a momentos en que nos hemos sentido atacados. Como son experiencias subrayadas se quedan en nuestra memoria.

-Deme la fórmula para que se vayan.

-Algunas de esas experiencias desaparecen si logramos reírnos de ellas para quitarles su poder sobre nosotros.

-¿Qué me aporta la nostalgia?

-Es un banco de felicidad. Cuando estamos de bajón o solos podemos ir a ese banco a recoger recuerdos amables para paliar nuestro malestar.

-Pero aferrarse a la nostalgia es un arma de doble filo como estamos viendo en el ámbito político.

-La nostalgia es una herramienta peligrosa que se ha usado mucho políticamente. El éxito de Trump o el "Brexit" está basado en la nostalgia.

-¿Cómo es posible aprovecharse de sus beneficios y rechazar sus daños?

-Recuerdos y experiencias no son lo mismo. Hay un yo recordador y un yo experimentador. Lo importante es recrear la vivencia, no ese recuerdo que puede estar idealizado.

-¿Es recomendable evitar la dependencia digital?

-Un fin de semana de desintoxicación digital puede contribuir a que todo sea más memorable.

-La solución es pues llenar mi cerebro de recuerdos memorables que me sean útiles para toda la vida.

-Sí. Puedes, por ejemplo, decorar la casa con objetos que signifiquen algo para ti y que fomenten la aparición de recuerdos felices que nos conectan con quienes somos. La memoria funciona a través de asociaciones.

-¿De qué están hechos los recuerdos positivos?

-De momentos en los que disfrutamos con otras personas o de la naturaleza. O del instante en que alcanzamos un deseo. Pueden ser cosas muy sencillas. Las experiencias buenas que más pequeñas parecen en la vida suelen acabar siendo las más grandes.

-Así que hay que viajar hacia atrás en el tiempo y borrar los episodios desagradables.

-Los malos recuerdos estarán ahí siempre porque son parte de nuestra historia, de nuestra identidad. Hay que aprender de los errores. Mi idea es crear buenos recuerdos para equilibrar la balanza de esas malas experiencias. Ese arte se estudia en el Instituto para la Búsqueda de la Felicidad que dirijo en Copenhague.

-¿Cómo afecta el dominio de este arte a mi calidad de vida?

-Si somos arquitectos de nuestros recuerdos podremos entender mejor el pasado para comprender cómo vivir buenas experiencias en el futuro. Los buenos recuerdos son chutes de alegría.

-Su propuesta consiste, por tanto, si no lo he entendido mal, en buscar la felicidad en el pasado más que en el presente.

-No. Es el arte de crear recuerdos y trabajar por un futuro activo pleno de días memorables.

-¿Qué es, en fin, para usted la felicidad?

-Es un plato con muchos ingredientes, tener un propósito en la vida, conectar con mi familia y amigos, disfrutar de buena salud y poner pasión en lo que persigo.

-Salud, dinero y amor. ¿Qué es lo más importante para alcanzar la felicidad?

-El dinero no es determinante y quien tiene relaciones sanas y amor mitiga los achaques de la salud. La soledad es la peor de las enfermedades.

-A partir de sus investigaciones aplicadas a su propia vida, deme, por favor, una receta para ser feliz.

-Tratar de encontrar el equilibrio entre el placer y el deber. Disfruta de una cena con amigos y trabaja con metas en tu vida. La felicidad no es el punto de llegada sino el camino que tenemos que recorrer.

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