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El Congreso se rinde ante Severo Ochoa, un "estímulo para la Ciencia española"

El Parlamento inaugura una exposición con documentos sobre el biólogo de Luarca, un científico "gigante", en el 60.º aniversario de la concesión del Nobel

En vísperas del 10 de diciembre, fecha en la que se cumplirá el 60.º aniversario de su Premio Nobel, el Congreso de los Diputados homenajeó al científico asturiano Severo Ochoa, "y con él a toda la Ciencia española" como señaló la vicepresidenta del Parlamento Gloria Elizo. Consiste en una pequeña exposición sobre el biólogo y una muestra de algunos objetos muy cercanos a su trayectoria vital como cartas, dibujos, libros o fotografías.

Mientras a apenas unos metros, representantes de PSOE y ERC negociaban la investidura de Pedro Sánchez, los visitantes del Congreso, que cumple sus tradicionales jornadas de puertas abiertas hasta el próximo domingo, pudieron visitar esta curiosa muestra auspiciada por la Fundación Juan Méjica conformada por cuadros -incluye uno de la pupila de Severo Ochoa, Margarita Salas, fallecida este mes-, esculturas y pequeños objetos como el telegrama que recibió el científico de Luarca notificándole la concesión del Premio Nobel, o el menú de la cena en la que recibió la distinción en 1959.

Asistieron al acto, además de Elizo, el exdiputado asturiano Ignacio Prendes, uno de los principales promotores de que la muestra recalara en el Congreso; Adolfo Suárez Illana; el alcalde de Valdés, Óscar Pérez; el rector de la Universidad de Oviedo, Santiago García Granda; la sobrina nieta de Severo Ochoa, Carmen Fernández-Lavandera; y el expresidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), César Nombela, además de varios familiares del biólogo luarqués.

Nombela destacó la trayectoria investigadora de Ochoa "a la que aportó su máximo esfuerzo y su compromiso" y recordó que el luarqués "sentía mayor emoción al ser el primero en descubrir aspectos de la Naturaleza que al recibir el Nobel". Del mismo modo, puso en valor "el estímulo" que su trabajo supuso para la Ciencia española y coincidió con uno de los deseos del Nobel de que "la Ciencia española tiene aún pendiente la reforma de la Universidad para aprovechar al máximo su potencial y despegar, tal y como deseaba Severo Ochoa".

Carmen Fernández-Lavandera, sobrina nieta del homenajeado, centró su relato en la dimensión humana de su tío abuelo con el que compartió muchos veranos y temporadas en la casa familiar de Luarca: "Cuando le conocí con nueve años, me pareció un personaje de Hollywood".

Fue él quien le dio las primeras lecciones de biología observando la Naturaleza en las playas de Luarca: "Era una persona muy sencilla y simpática; no pretendía saber más que nadie". Junto a su madre, Carmen acompañó a Severo en sus últimos días: "No tenía miedo a la muerte. Era lo que se dice un buen enfermo, aunque sentía que sin poder investigar su vida carecía de sentido".

Juan Méjica, promotor y autor principal de las obras que conforman la exposición con la que pretende "fusionar el Arte y la Ciencia, dos aspectos muy importantes en la vida de Severo Ochoa, se adhirió a su palabras de que "los españoles no estamos incapacitados para la Ciencia". Tras destacar "el entusiasmo por la investigación de este gigante de la Ciencia, Méjica presentó el libro "Severo Ochoa y la belleza de la Ciencia" un grueso volumen en el que se ofrece una visión del científico desde todas las ópticas, como su gusto por la pintura, los viajes, las flores o la música.

Santiago García Granda, rector de la Universidad de Oviedo, que colabora también en el homenaje, apuntó que Severo Ochoa llamaba a esta institución "mi Universidad", aunque no cursó estudios en ella, si bien fue nombrado Doctor Honoris Causa en 1967. "Ochoa situó a la Ciencia española en primera línea mundial y dejó su testimonio a otros científicos", apuntó. Destacó su apoyo al ayuntamiento de Luarca y a la Fundación Príncipe de Asturias en sus albores, además de la labor en pro de sus pupilos entre los que destacó a la recientemente fallecida Margarita Salas, "que tan bien representó a Asturias y a la Ciencia, siendo una personalidad insustituible".

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