El reloj de la cuenta atrás ha superado ya las fechas en las que el Gobierno del Principado aprobó su proyecto de Presupuestos en los últimos cinco ejercicios. Del de 2020, superado el mes de noviembre, los diputados de Podemos lamentan no saber de boca del Ejecutivo regional más que la cifra del techo de gasto y las "limitaciones" que imponen los compromisos de inversiones plurianuales y las obligaciones con el personal de la Administración autonómica. El grupo morado empezó ayer, en esas circunstancias, sabiendo ya que "estos Presupuestos entrarán muy tarde" en la Junta, a desmenuzar por áreas temáticas los planteamientos que llevará a la negociación con el Gobierno y con el PSOE, partiendo de una propuesta social con cifras aproximadas de unos 22 millones de incremento del gasto.

Son números hipotéticos para añadir a los de la "inversión social", que se elevan en el Presupuesto vigente, el que hace ahora un año pactó Podemos con los socialistas, a 3.081 millones, siete de cada diez euros del total de las cuentas si se computa por elevación todo lo que consumen la sanidad, la educación y los servicios sociales.

Desglosada, la oferta que ayer expusieron la portavoz parlamentaria, Lorena Gil, y el diputado y secretario general, Daniel Ripa, calcula en 10,2 millones la inversión adicional necesaria para mejorar la atención a la dependencia, incluida la creación de 325 empleos, y en 2,8 el coste de la gratuidad de la red de escuelas infantiles para niños menores de tres años. En su presupuesto social ideal habría también algo más de cuatro millones para volver a reducir las matrículas universitarias, un 25 por ciento adicional al 25 pactado el año pasado con el PSOE, y 4,9 para extender la atención bucodental en el sistema público de salud. Las cuentas a las que aspira Podemos tendrían además, entre otras medidas, material escolar gratuito elaborado por los profesores en lugar de libros de texto y comedores escolares abiertos de septiembre a junio y no como ahora, de octubre a mayo.

A la pregunta que pronto volverán a recibir del Gobierno, "¿y esto cómo se paga?", Gil señala "un margen amplio para racionalizar el gasto" y vuelve sobre propuestas concretas como la centralización de compras farmacéuticas o la oferta de refuerzo fiscal e incremento de la recaudación tributaria que el miércoles presentó en el pleno de la Junta al presidente del Principado, Adrián Barbón: rebajando de 700.000 a 500.000 euros el mínimo exento del impuesto de patrimonio, más 300.000 por vivienda habitual, y aumentando los tipos que se aplican a las grandes fortunas, el ingreso tributario autonómico podría subir en más de siete millones de euros, calculan.

El problema es que el Gobierno no parece estar demasiado por la labor de hacerles caso. El jefe del Ejecutivo discrepó el mismo miércoles de la oferta podemista sobre las escuelas infantiles, se cerró a subidas de impuestos más allá del que propone IU para gravar a las casas de apuestas y sucede que algunas de las medidas que Podemos rescata ahora estaban ya sobre la mesa de la primera negociación de Podemos con el PSOE de Barbón, el diálogo de investidura que encalló el pasado verano entre reproches mutuos. Pero ni en aquel momento, opone Gil, "hubo voluntad de negociar con nosotros", ni entonces ni ahora "vamos a renunciar a las propuestas que llevamos en nuestro programa, en las que creemos y que responden a las necesidades de cientos de miles de ciudadanos en Asturias".

El abrazo y los atajos

El secretario general de UGT en Asturias, Javier Fernández Lanero, había apostado ayer mismo por "trasladar a Asturias" el "pacto del abrazo" entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias con la forma de un entendimiento de legislatura entre PSOE y Podemos en Asturias. "Los procesos de Asturias son independientes de cualquier otro", respondió Ripa enfriando la posibilidad de un achuchón con Barbón. "No hay atajos con nosotros", añade. "Siempre hemos tenido la misma voluntad y la mano tendida para llegar a acuerdos basadas en propuestas concretas". "Aquí hay una oportunidad para hacer la vida un poco más fácil a las familias asturianas", y para pagarla "dinero hay, sólo hay que buscarlo", "lo hubo para ampliar los grupos parlamentarios o para subir los sueldos de los diputados".

Al PSOE le queda cada vez menos tiempo para escoger aliados y buscar los votos que les faltan para alcanzar la mayoría absoluta. "El Gobierno tendrá que ver con quién pacta y por qué", resalta Ripa, ante la alternativa que se abre hacia el centro y la derecha, sobre todo hacia Ciudadanos. "Nosotros no entenderíamos", remata, "que pudiendo llegar a un acuerdo que avanzase en derechos sociales y atención a las familias se buscase otra alternativa".