La negociación con los independentistas catalanes genera preocupación en parte del PSOE asturiano por el calado de las concesiones que puedan hacerse a ERC para asegurar la investidura de Pedro Sánchez. Los expresidentes del Principado Juan Luis Rodríguez-Vigil y Antonio Trevín están entre los que no ocultan su inquietud por el resultado de las conversaciones que por parte de los socialistas capitanea la vicesecretaria general socialista, la asturiana Adriana Lastra. Otros destacan la diferencia entre negociar algún tipo de compensaciones económicas o en forma de inversión para un territorio, "que siempre han existido", y entrar en compromisos que afecten a la misma concepción del Estado o a la Constitución, como el caso de algunas condiciones que pretende imponer ERC.
El expresidente Trevín desconfía del talante con el que llega a la negociación ERC, que pretende "continuar con la vía independentista", cuyo fin no es otro, recalca, que "romper con la Constitución". El también expresidente Rodríguez-Vigil no se muestra mucho más optimista sobre las consecuencias que pueda acarrear para el PSOE un entendimiento con la ERC más radical: "Ojalá nos salga mal. Hay muchísimos riesgos, estamos sobre el filo de la navaja", valoró el también exmiembro del Consejo Consultivo del Principado, quien indicó que no quiere desconfiar de la negociación que pueda plantear el PSOE para garantizar la investidura de Pedro Sánchez pero tampoco ocultó su inquietud por las lecturas que hagan desde las filas independentistas. Rodríguez-Vigil, no obstante, matizó que "no caben apriorismos. Si hay un acuerdo, tendrá que ser dentro de los límites de la Constitución, con cuatro puntos clave: "no cabe un referéndum" solo para Cataluña, "no contempla el derecho de autodeterminación", tampoco "la amnistía", ni la existencia de "privilegios para algunas comunidades porque todos los españoles son iguales, también en términos económicos".
Benigno Fernández Fano, el exconsejero de Infraestructuras y Medio Ambiente al término de la anterior legislatura, fue muy conciso: "No puedo entender que el PSOE, que construyó este país en la democracia, quiera pactar con un partido que pretende destruir la nación construida".
Otros dirigentes socialistas prefirieron mantenerse en el anonimato, aunque sí mostraron su preocupación por un posible acuerdo con ERC. Varios de ellos apuntaron que la "solución" está "en manos del PP", que, "en un ejercicio de responsabilidad", podría evitar ese acuerdo con su abstención.
La Federación Socialista Asturiana aprobó por una rotunda mayoría del 92 por ciento el acuerdo alcanzado con Unidas Podemos en una consulta entre sus afiliados que tuvo lugar la semana pasada, antes de que arrancasen las conversaciones entre el PSOE y ERC.
Algunos exdirigentes socialistas que en 2017 defendieron la abstención de su partido para propiciar la continuidad de Mariano Rajoy y evitar unas elecciones, se sienten ahora legitimados para exigir al PP el mismo sentido de responsabilidad -es el caso del propio Trevín- y evitar así depender de los votos independentistas. "Una cosa es negociar contrapartidas de índole económica, que siempre han existido para sacar adelante una investidura, gustasen más o menos, pero de ahí a modificar la Constitución para incluir amnistías o un referéndum de autodeterminación. Eso ya es mezclar cuestiones que no proceden y que ningún partido constitucionalista puede aceptar", señaló un veterano del socialismo asturiano, que prefiere pronunciarse desde el anonimato.
