Las áreas sanitarias de Gijón, Jarrio y Mieres son las que más variaciones han experimentado en su estructura de centros de salud y consultorios en los últimos años. Así lo refleja una nueva modificación, la octava, del mapa sanitario de Asturias, que mañana miércoles será analizada por el Consejo de Salud del Principado, organismo en el que participan entidades locales, sindicales, empresariales y de usuarios de la región.
El futuro decreto plasma sobre el papel lo sucedido en los últimos doce años en la red pública de salud: la incorporación o supresión de equipamientos "que en unos casos ya se ha hecho efectiva y en otros se encuentra en fase de planificación o ejecución", precisa el propio texto regulador. Se trata de movimientos que estaban pendientes de ser recogidos en un texto oficial.
El mapa sanitario de Asturias fue aprobado en 1984. Desde entonces, las comunicaciones de la región han cambiado de forma sustancial. Asimismo, se han registrado movimientos de población de envergadura muy notable. El territorio regional fue dividido en aquel primer momento en ocho áreas sanitarias, con sus correspondientes equipos e instrumentos directivos. A lo largo de los últimos lustros, la mayor parte de los consejeros de Sanidad y de los gestores del sector coincidieron en la necesidad de simplificar esta estructura a base de fusionar áreas, hasta dejarlas en tres, cuatro o cinco.
Sin embargo, la resistencia de los alcaldes y prebostes territoriales, que veían estos movimientos como una pérdida de poder, influencia o identidad, ha determinado que esos planes de fusión hayan perdido energía. Dicho de otro modo: nadie se ha atrevido a acometer una reforma que la inmensa mayoría de los conocedores de la realidad valora como necesaria.
El número de áreas sanitarias no ha variado en 35 años, pero sí lo han hecho otros aspectos de la configuración de la red. Esta octava modificación del decreto de 1984 recoge lo sucedido desde 2007, año en el que se publicó el séptimo cambio. Y lo sucedido ha sido la creación de un centro de salud y dos consultorios periféricos, y la supresión de ocho consultorios.
Fuentes de la Consejería de Salud del Principado declararon ayer a este periódico que se trata de simples "actualizaciones" en el papel de cambios físicos ya llevados a cabo o en fase de realización, de modo que la aprobación del decreto "no va a implicar ningún cambio para los usuarios". El cierre de consultorios, precisaron las mismas fuentes, significa que los ciudadanos pasaron a ser atendidos en otros equipamientos puestos en marcha en los últimos tiempos.
El único centro de salud que se ha abierto en los últimos doce años ha sido el de La Calzada II, en Gijón, donde también está en fase de creación el consultorio de Nuevo Roces, barrio residencial de nueva creación. La tercera incorporación a la red ha sido el consultorio del Valle de Turón, en el área sanitaria de Mieres.
Entre tanto, los consultorios suprimidos han sido tres en el área del noroccidente: los de Balmonte y Presno (ambos en el concejo de Castropol) y el de Riocastiello (Tineo); uno en el suroccidente: Cibea (Cangas del Narcea); uno en Avilés, el de Los Campos (Corvera); uno en el oriente de Asturias: el de Sotu (Parres); y los dos restantes en la cuenca del Caudal, ambos en el municipio de Mieres: el de El Llegu y el de Turón La Cuadriella.
