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La fiscal pide la misma pena para el maltratador de Perlora y para su esposa, que repelió la paliza

La Fiscalía estima que hubo exceso en la defensa al usar el arma blanca l "Cogí lo primero que encontré porque me iba a matar", alega la mujer

La fiscal pide la misma pena para el maltratador de Perlora y para su esposa, que repelió la paliza

Trató de escapar de la brutal paliza que le estaba dando su marido en el domicilio familiar, en presencia del hijo de ambos, y ahora afronta un año de cárcel por un delito de lesiones. Es cierto que esta mujer de 41 años, vecina de Perlora, utilizó un cuchillo para repeler el ataque, pero como ella misma explicó ante el juez cogió "lo primero que encontré porque me iba a matar". Pese a todo, la fiscal del caso solicita la misma pena para ella que para él, al entender que no se puede aplicar la legítima defensa completa porque hay un exceso en la defensa por el medio empleado por ella y las agresiones mutuas se dan en el curso de una pelea.

La agresión, tal y como adelantó este periódico, ocurrió la madrugada del lunes sobre las 5.30 horas. Tras una discusión de la pareja en su casa de Perlora, el hombre comenzó a propinar golpes por todo el cuerpo a la mujer, ocasionándole moratones por brazos y piernas, un labio reventado y mechones de cabello arrancados de raíz. No era la primera vez que ocurría algo similar. Hace cosa de un mes la mujer acabó en el centro de salud tras una paliza, pero en aquella ocasión se negó a denunciar. Esta vez el incidente adquirió mayor gravedad y ella se sirvió de un cuchillo para zafarse de su marido, al que causó cortes en el brazo con el que la agarraba del pelo.

Una vez que el hombre la soltó, ella corrió a esconderse en la habitación del hijo de ambos, pero él reventó la puerta y siguió con la agresión mientras el menor alertaba a su abuela de lo ocurrido. Eso motivó la intervención de la Guardia Civil, que acabó deteniendo al agresor. Ella también quedó como investigada por lo ocurrido. Por eso estuvo asistida por dos abogadas, como víctima y como agresora. Hoy, tras no llegar a acuerdo en el juicio rápido, se enteró de que ella también afrontaría un año de cárcel por su acción. Igual que su marido, que ahora tiene orden de alejamiento.

La explicación sobre la igualdad de penas estriba en que la fiscal sí aprecia la atenuante de legítima defensa en el caso de ella, pero solo de forma incompleta. Porque la jurisprudencia del Tribunal Supremo sostiene que para aplicar de forma completa esa eximente cualquier reacción debe responder a un ataque inesperado, y a juicio de la fiscal estos hechos se generan tras una discusión iniciada por ella, que le recriminó a él que llegase tarde a casa, y que las agresiones ocurrieron en distintas habitaciones. Además, prosigue la fiscal, hay exceso en la defensa por el medio empleado.

Según el criterio de la Fiscalía, vistas las lesiones de cada uno, a él se le atribuye un delito leve de maltrato de género por el que solicita una pena de un año. A ella se le atribuye un delito de lesiones con instrumento peligroso -un cuchillo de 20 centímetros- que podría tener una pena de dos a cinco años. Gracias a la eximente incompleta se queda en un año de cárcel. Ahora será el juez quien decida sobre estas dos interpretaciones.

El caso

Agresión. Una discusión en el domicilio familiar de Perlora acaba en una brutal agresión que la mujer repele con un cuchillo.

Cargos. Afrontan cada uno de ellos una pena de un año de cárcel. La fiscal estima que las agresiones son mutuas y tras una pelea.

Alejamiento. A la espera de juicio se ha dictado una orden de alejamiento para el marido, que debe abandonar la casa familiar.

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