La diputada nacional del PP Paloma Gázquez ha calificado de "negativo" el mensaje trasladado este jueves por el presidente de la Junta General, Marcelino Marcos Líndez, respecto a la necesidad de adaptar la Constitución española al nuevo clima político y ha señalado que "parece la primera cesión a los nacionalistas".

"Es un mensaje de reforma constitucional prácticamente a medida, tal y cómo lo hemos entendido, para los nacionalistas. La primera cesión que desafortunadamente no esperábamos", ha apuntado Gázquez en declaraciones a los periodistas.

La diputada ha dicho que las palabras del presidente del parlamento asturiano "quizá" estén motivadas por una "orden de Madrid" en relación al proceso de negociación abiertas por el PSOE para la configuración del nuevo Gobierno.

Según ha dicho, "afortunadamente" cualquier modificación de la Carta Magna debe contar con el respaldo del Partido Popular, que estará "firme y vigilante" a cualquier propuesta de reforma, que deben abordarse "según a las demandas que requiere la ciudadanía española y la legitimidad que todos los españoles merecemos".

Las palabras de Marcos Líndez

El presidente de la Junta General, Marcelino Marcos Líndez, ha señalado este jueves que si la Constitución española "no quiere morir" debe "acomodarse, adaptarse y ajustarse al nuevo clima político para sobrevivir".

En estos términos se ha pronunciado en el acto institucional del Día de la Constitución celebrado en el parlamento asturiano, donde ha afirmado que "todo aquello que no se adapte a los cambios está condenado a desaparecer".

"Aunque parezca contradictorio, esa perdurabilidad de la Constitución sólo será factible si hay posibilidad de modificación o reforma. Si de verdad somos constitucionalistas, debemos facilitar su reforma", ha apuntado.

El presidente del parlamento asturiano ha señalado que la Carta Magna comienza a estar cuestionada tanto desde un punto de vista social como político e, incluso, desde "diversas posiciones doctrinales", unos argumentos que se han incrementado debido a la crisis económica y social sufrida en la última década, entre otras cuestiones.

"Por tanto, la necesidad de reforma constitucional viene dada de la necesidad política, que deriva a su vez de la necesidad social", ha apuntado antes de sostener que estos cambios no deben suponer ninguna "ruptura" respecto al texto actual, sino deben ser modificaciones "parciales" basadas en las nuevas "aspiraciones y dilemas de la sociedad".

Según ha dicho, el principal impedimento que existe en la actualidad para reformar el texto es "la falta de voluntad política y la falta de razonabilidad en el debate, así como la dificultad creciente para llegar a acuerdos".

"Por tanto, reforma constitucional, sí, siempre que se lleve a cabo con la necesaria dosis de prudencia y con el triple compromiso de limpieza, neutralidad y consenso y se respeten las reglas de procedimiento contempladas", ha argumentado.

Según ha apuntado, la cuestión territorial necesita una "constitucionalización adecuada" que permita vertebrar con la estabilidad necesaria el Estado español, respetando los principios de "indisolubilidad e indivisibilidad".

También ha abogado por que se fije en la Carta Magna los elementos básicos y fundamentales del sistema de financiación, de manera que se garantice, además de la suficiencia y la corresponsabilidad, "la solidaridad territorial en términos de equidad".

Además de abogar por el estudio de una reforma del Senado para dar mayor legitimidad a los acuerdos alcanzados en las Cortes Generales, ha defendido que en el actual escenario multipartidista, que ha modificado el proceso habitual de investidura y acrecentado el desgaste, implica la necesidad de una "ordenación adecuada".

"Tampoco vendría mal que esta reforma fuese completada con una reforma del sistema electoral", ha añadido.

Antes de concluir, el presidente del parlamento asturiano ha advertido de que el grado de exaltación de algunos dirigentes políticos para diferenciarse de los otros hace que resulte "muy difícil encontrar un campo neutral para llegar a acuerdos".

"La extrema radicalidad y la suma polarización del actual momento político dificulta cualquier pacto, cualquier consenso, que también rompe, como no, el separatismo o secesionismo", ha advertido.