Usuarios de la estación de Valgrande-Pajares han querido hacer visible su enfado por la situación que vive este equipamiento y se están sumando a la campaña de protesta en el que se reclaman "inversiones ya" para la zona.

El retraso en la apertura de la temporada respecto a la estación de Fuentes de Invierno, la falta de previsión en la revisión del telesilla principal, el Brañillín, y la avería posterior de El Tubo en la primera jornada deportiva han hecho que el malestar vaya en aumento y la protesta de los usuarios sea moneda común en estos días del puente de diciembre.

Inicio caótico de temporada

La temporada de esquí en la estación de Valgrande-Pajares comenzó ayer de forma caótica. Al ya sabido retraso en la apertura del telesilla principal, el Brañillín, por demoras en su revisión, se sumó una esperpéntica jornada inaugural. A los pocos minutos de abrirse, la alternativa para poder llegar a la cima del complejo, el telesquí de El Tubo, se averió. Los usuarios, con esquís o tablas al hombro, se veían obligados o bien a descender menos de lo esperado, o a subir andando, un "paseo" de más de media hora. Aunque el remonte se arregló al mediodía, el daño estaba hecho, y la indignación de la mayoría era patente.