Valgrande-Pajares se niega a morir. Los esquiadores habituales de esta estación emblemática se movilizaron ayer para reivindicar al Principado las inversiones que exige "uno de los principales atractivos turísticos de la región y la segunda empresa del concejo de Lena", como indicó Íñigo Cabal, presidente del Esquí Club Los Mirios. Las condiciones "lamentables" en las que la estación ha abierto la temporada de esquí son la gota que colma el vaso. Anteayer viernes, día la Constitución, numerosos esquiadores tuvieron que ganar a pie la parte alta de la estación al haberse averiado los remontes. Los promotores de esta protesta aseguran que no cejarán. Para el día 17 han convocado una concentración ante la Junta General del Principado, en Oviedo, para reclamar las necesarias inversiones. Y hacen un llamamiento a que se reúna el mayor número de personas para forzar al Gobierno regional a un compromiso.

Ayer, a pesar de las dificultades para llegar a la parte alta de la estación, al estar fuera de servicio la telesilla de Brañillín, fueron decenas los aficionados al esquí que se dejaron caer por la estación. A eso del mediodía, y luego a las tres de tarde, hubo nutridas concentraciones para reclamar al Principado que ponga Valgrande-Pajares en orden de revista. Los manifestantes exhibieron una pancarta con el lema: "Inversiones ya", acompañado de las posibles fuentes del dinero: los fondos mineros, las ayudas a la transición ecológica o el fomento de las comarcas vacías.

A lo largo de todo el día, los interesados pudieron hacerse una fotografía en el photocall reivindicativo que se instaló en la estación, y por el que pasaron desde el director de la estación, Javier Martínez Iglesias, a los monitores de la escuela de esquí, o esquiadores habituales, como el ya citado Íñigo Cabal. "Es una urgencia, la situación es bastante lamentable. Llevamos más de diez años con inversiones nulas, para al final llegar a esto", indicó. Cabal defendió que se ponga en marcha un consorcio como existe en otras comunidades autónomas que gestione las estaciones de esquí asturianas. "Todas las estaciones son complementarias, y deberían ofertarse bajo el mismo paraguas", señaló.

Otro esquiador que participó en las protestas de ayer, Franco Suárez, resumió el sentir de muchos aficionados: "Ya vale. El Principado, que son los dueños del prado, están haciéndolo mal. La última inversión grande es de hace más de quince años. Llevan tres años prometiendo una cinta que no llega. Lo que hace falta es inversión, y después veremos quién lo gestiona". Los esquiadores están especialmente molestos con esta entrada de temporada. Por un lado, "no se preparó la estación en tiempo y forma". La telesilla de Brañillín, que está siendo revisada, tiene que montarse y someterse a una prueba de carga. "Lo que más nos fastidia es que se vendió una cosa desde el Principado que sabían que no se iba a poder ofrecer, al mismo precio que si la estación estuviese a pleno rendimiento. Eso suena a estafa", indicó un esquiador.

A los esquiadores no les extrañó la presencia del director de la estación en el photocall. "En realidad, quizá es que no le están dejando trabajar", opinó uno de los esquiadores. Martínez Iglesias fue el primero el ponerse el mono de trabajo para reparar el remonte del Tubo, que sufrió una avería. Pero tienen claro que van a seguir con las reivindicaciones: "La propuesta es seguir. Esto no es una pataleta".