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Casi 43.000 hogares asturianos no pueden irse de vacaciones ni pagar gastos extras

El último estudio de la Red Europea de Lucha Contra la Pobreza alerta del empobrecimiento creciente en las familias sustentadas por mujeres

Casi 43.000 hogares asturianos no pueden irse de vacaciones ni pagar gastos extras

La ecuación de adulto solo, especialmente mujeres, y al frente de un hogar con otras personas a cargo solo puede dar un resultado: cada vez más pobreza y exclusión social en este colectivo, que se ve abocado a situaciones como la de no poder permitirse ni una semana al año de vacaciones, ni poder hacer frente a gastos imprevistos por encima de 650 euros. Es la conclusión del "Estudio sobre las familias monoparentales perceptoras de rentas mínimas", promovido por la Red Europea de Lucha Contra la Pobreza y que mañana, jueves, se presenta en Gijón. En el caso de Asturias, el estudio calcula que hay unos 42.900 hogares de estas características. La radiografía de un colectivo que, a día de hoy, es la cara más visible de un proceso de empobrecimiento y deterioro social sobre el que alertan los expertos: urge que los gobiernos actúen para proteger a las familias más vulnerables, especialmente las que están encabezadas por mujeres solas, que son la gran mayoría.

La Red considera que en España hay 18.535.900 hogares, y los monoparentales ya representan el 10,1 por ciento del total. El 81,9 por ciento de ellos están encabezados por mujeres, en tanto que solo el 18,1 por ciento por hombres. Una proporción "estable durante la última década", revela el estudio, si bien el número de hogares monoparentales ha aumentado "al crecer el número de rupturas, separaciones y divorcios y por el incremento de la esperanza de vida, particularmente de las mujeres, que lleva a porcentajes elevados de viudedad entre las que cuentan con edad más avanzada". A ellos hay que sumar a las mujeres que afrontan la maternidad a solas, que también ha crecido por decisión propia, "con independencia de la existencia de un vínculo conyugal con el progenitor".

Casi el 70 por ciento de los hogares monoparentales está compuesto por dos miembros (persona adulta e hijo) y la mayoría de estos casos se concentran en Andalucía, Cataluña, Madrid y la Comunidad Valenciana, concentradas en ciudades intermedias o grandes. En el caso de las mujeres, casi la mitad de ellas en hogares monoparentales están desempleadas, mientras que un 17 por ciento tienen ocupación, pero sin contrato. Además, la mitad de las mujeres encuestadas en este estudio ha indicado que ha debido abandonar los estudios, es decir que ha dejado su formación contra su voluntad, ante la necesidad imperiosa de trabajar, por problemas personales o familiares y por tener que hacerse cargo de los hijos.

Son estos hogares, con mujeres al frente, alertan los expertos, los que experimentan las tasas de riesgo de pobreza relativa más altas por tipo de hogar, el 42,9 por ciento en 2018. Una realidad que se traduce en datos crudos: la mayoría de estos hogares no puede irse de vacaciones al menos una semana al año y no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos de 650 euros. El 52 por ciento de las mujeres encuestadas señala que no pueden consumir carne roja, pollo, pescado o su equivalente vegetariano cada dos días, y un 16,4 por ciento de los hogares monoparentales no puede mantener su casa a temperatura adecuada. El 16,5 por ciento no puede permitirse un coche y el 11,5 por ciento carece de ordenador. El 75 por ciento de los hogares en los que solo un adulto aporta sustento económico llegan a fin de mes con algún grado de dificultad y uno de cada dos está en riesgo de pobreza y exclusión, casi el doble que el total de los hogares de España.

Riesgo de pobreza

Si el panorama es desolador, en el caso de las mujeres solas es aún peor. El 90,4 por ciento de los hogares monoparentales perceptores de rentas mínimas está encabezado por mujeres, en su mayoría españolas, de entre 35 y 44 años, con hijos a cargo y bajo nivel de estudios. Y en ellos la tasa de riesgo de pobreza de niños y niñas que viven en hogares monoparentales es "sistemáticamente superior a la tasa media de pobreza infantil", con un 12 por ciento de hogares en los que se registran carencias materiales severas.

Los datos oficiales que maneja la Red Contra la Pobreza son especialmente dolorosos en el caso de los niños. "El presupuesto público dedicado a las prestaciones por hijo en hogares con bajo nivel de rentas es muy bajo, además de tener una baja capacidad de sacar a las familias perceptoras de la situación de riesgo de pobreza", alertan, con un sistema de ayudas de protección social "muy fragmentadas, poco orientado a los niños y poco equitativas", denuncian. Un panorama negro frente al que advierten los expertos: los gobiernos deben tomar medidas de forma urgente.

Cambiar la legislación y crear una renta mínima estatal

Para la Red Contra la Pobreza, el trasunto político es fundamental a la hora de atajar esta situación de empobrecimiento. En España las políticas de apoyo a las familias "son muy escasas, insuficientes en cuantía, fragmentadas y desiguales en el territorio", lamentan, antes de resaltar cómo "teniendo en cuenta las medidas existentes dirigidas a proteger y promocionar a las familias, las monoparentales se ven especialmente perjudicadas". Por todo ello la Red considera que es necesario avanzar en la protección a todas las familias y a la infancia, "pero se debería dar prioridad a este conjunto de hogares, ya que sus integrantes adultos y niños sufren mayores tasas de pobreza y exclusión social". Por ello, la primera recomendación es "sancionar legislación específica, de ámbito estatal, sobre hogares monoparentales, a fin de garantizar derechos e implantar una renta mínima de carácter estatal".

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