Un encierro en la Consejería de Educación subió ayer el volumen del ruido que hacen los enfadados por el proyecto de Presupuesto del Principado para 2020. Representantes del sindicato educativo ANPE y de la sección docente de UGT elevaron la voz y los pitos para reprobar desde dentro el incumplimiento de la palabra dada y la "discriminación" a que a su juicio somete a los docentes la ausencia en el diseño presupuestario del Gobierno de los pluses retributivos correspondientes al segundo nivel de la carrera profesional del profesorado, prometidos desde la Consejería y reconocidos, denuncian, para los funcionarios de todo el resto del sector público.

La protesta de ayer, de unas horas hasta el cierre a las tres de la sede de Educación, se une a las quejas que el proyecto de cuentas del Ejecutivo autonómico ha levantado, entre otros colectivos de fuera de la Junta, en la patronal asturiana, entre esquiadores, hosteleros y trabajadores de la estación invernal de Valgrande-Pajares o en la Xunta pola Defensa de la Llingua por la discordancia entre al apoyo de palabra y la partida efectiva para la promoción del asturiano. A favor, además del PSOE e IU, se han manifestado los sindicatos mayoritarios CCOO y UGT.

Pero ayer había unos cuantos representantes sindicales del profesorado indignados en la Consejería de Educación, algunos de UGT y otros de ANPE. En las cuentas no hay rastro de los seis millones de euros que les prometieron para el segundo plan de evaluación docente, el complemento salarial vinculado a la consecución de objetivos de mejora de capacidades de los profesores, y eso les indigna. Primero porque recuerdan que la consejera de Educación, Carmen Suárez, les prometió hace un mes, el 8 de noviembre, que la partida estaría en el Presupuesto, pero también porque desacompasa su ritmo retributivo del resto de funcionarios, que sí tienen reconocido el derecho a recompensa por el progreso en la carrera profesional. El proyecto aprobado por el Gobierno reserva, de hecho, 12,2 millones para atender los pluses de carrera de los interinos y del personal estatutario temporal del Servicio de Salud.

El presidente del Ejecutivo autonómico, Adrián Barbón, adujo incapacidad de maniobra para incorporar al presupuesto esos seis millones que garantizarían los pluses de unos 8.000 docentes con diez o más años de antigüedad. Dijo que le era imposible seguir hinchando una partida de personal que ya sin esta cantidad sube en 103 millones y añadió sin abjurar de su compromiso que el ámbito temporal de su promesa de incorporar el complemento son los cuatro años de legislatura, pero aquí hay alguien que se sigue sintiendo engañado. Además de la palabra de la Consejera, que es de hace un mes, el presidente del sindicato ANPE en Asturias, Gumersindo Rodríguez, recuerda que la consejería anterior se comprometió a acompasar "en plazos y cuantías" el desarrollo profesional de los docentes con el del resto de la administración del Principado. Y eso con este presupuesto, remarca, no se cumple.

Fe en las enmiendas

Por eso "nos abocan a las movilizaciones". Por eso salieron ayer de la Consejería con una cita para reunirse el viernes con la Consejera, Carmen Suárez, y tienen encuentros cerrados con algunos de los grupos parlamentarios que tendrán en sus manos los votos de los que depende la aprobación del Presupuesto, empezando hoy con Foro. No pierden la esperanza de que la negociación a que está abocado el PSOE por su suma insuficiente de respaldos con IU termine por resolver el "agravio" en la fase de enmiendas" al proyecto.

"No es un capricho", explica el presidente de ANPE retomando el argumento del "doble rasero" y la "discriminación flagrante". "Nos convierten en empleados de segunda". Discuten el cobro de un plus que llega hasta los 2.500 euros al año para los profesores que superan el proceso de evaluación docente -en la práctica, la mayoría- y son conscientes de que hay organizaciones sindicales que no defienden su mismo modelo de equiparación retributiva con sus compañeros del resto del país, pero aducen que "más del nueve de cada diez profesores se han adherido al plan de evaluación", por lo que "sentimos", dicen, "el respaldo de más del noventa por ciento de los docentes".