El futuro de la investigadora valdesana María García Fernández es un gran interrogante. Hoy, a las 11.30 horas en la Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón, defendará su tesis doctoral y hoy acabará su contrato como científica en la Universidad de Oviedo. Pese a la incógnita, sus compañeros del grupo de investigación de Teoría de la Señal confían en que finalmente García pueda "quedarse". "Hay algún movimiento, pero estamos a la espera", manifiesta Yuri Álvarez. La continuidad de la valdesana, con un expediente académico de diez y varias estancias en el extranjero, es clave para la pervivencia del grupo, en la actualidad formado también por Fernando Las- Heras. "Como mínimo tenemos que ser tres y ya son pocos, porque nosotros damos clases también. Queremos que continúe María porque si tenemos que formar a otra persona desde cero, es volver a la casilla de salida", explica Yuri Álvarez.
El grupo, reconocido por la Agencia Espacial Europea gracias al trabajo de María García, ha conseguido colocar un radar sobre la plataforma mecánica de un dron comercial para desenmarañar problemas como la detección de minas antipersona y otros dispositivos enterrados sin pisar el terreno. Para Defensa deberán construir un prototipo más avanzado. "La movilidad en ciencia es recomendable. Lo que hay que conseguir es que ese talento vuelva a la región", señala Borja Sánchez.
