Ya sea por la intensidad de la lluvia o por el viento, muchas carreteras de Asturias se han convertido en un riesgo para los conductores que las transitan. Así se está constatando en el último mes, en el que la región encadena temporales de agua y viento que hacen que se sucedan las caídas de árboles sobre las vías. Ayer sábado se contabilizaron dos accidentes similares, uno en la carretera As-15, en Tineo, a la altura del túnel de Villanueva.

En el primer siniestro un árbol cayó sobre un vehículo que iba ocupado por dos personas, un hombre y una mujer, que resultaron ilesas. Aunque del susto la mujer sufrió un ataque de ansiedad por lo que requirió asistencia médica. Ocurrió por la mañana en Tineo y por la tarde-noche, en torno a las ocho, otro accidente similar se repitió en la carretera principal que une Cornellana con Salas. Otro árbol sucumbió al viento y cayó sobre un vehículo ocupado por una persona que se libró por unos escasos milímetros de que la madera le alcanzara de lleno. El árbol, de gran porte, cortó por completo la circulación en la vía durante cerca de 45 minutos, hasta que los operarios pudieron cortar a motosierra el tronco caído. "A ese conductor la lotería le tocó ayer", decía uno de los asturianos que se topó con el bloqueo de la vía.

En la misma zona del Bajo Nalón, también en la carretera de Soto del Barco a Pravia, a la altura de Riberas, los conductores se encontraban ayer mucho ramaje y árboles de menor porte caídos en la vía, aunque sin llegar a verse interrumpida la circulación.

Como se recordará, hace menos de un mes un joven fallecía al chocar contra un árbol desplomado en una carretera de Candamo.hace menos de un mes un joven fallecía al chocar contra un árbol desplomado en una carretera de Candamo. El siniestro le costó la vida al moscón Fernando Menéndez.