Tras un pequeño altar con brujas de la suerte, las gijonesas Marlene Pérez y Rosalía Pulido presumían ayer desde el mostrador y a voz en grito de estar por fin "en racha". "Los últimos cuatro años han sido mágicos", aseguraron minutos después de haber descubierto que uno de sus décimos de máquina había sido agraciado con el quinto premio de la Lotería de Navidad. Fue el número 06293, una cifra que de primeras no resulta demasiado atractiva pero que debió de convencer al único comprador afortunado del barrio, cuya identidad las vendedoras ni intuyen. Este pequeño "pellizco", en cualquier caso, sirvió para que las dos responsables vuelvan a zanjar un balance lotero positivo: "Últimamente rascamos algo todos los años, y eso en un local pequeño como este no es nada fácil. Este año agotamos todas las existencias".

Pérez se pasó el día señalando su listado de antiguos premios que tiene enmarcados en la pared. Este mismo año el local, ubicado en el centro comercial de Alcampo, en Roces, repartió un bote de 245.000 euros del Euromillones. "Fue en abril y nunca habíamos visto tal cosa. En general en los últimos cuatro años todo está yendo muy bien", agradeció Pulido, que alzaba el puño entre carcajadas cada vez que algún cliente preguntaba: "¿Pero vendiste otro?".

Lo que las dos loteras tienen claro es que la próxima cita navideña ya no les va a pillar desprevenidas: "Para el sorteo del año que viene ya vamos a traer el pincheo y el champán de casa, que siempre venimos sin preparar". Hasta entonces, cuidaran de la pequeña colección de brujas que presiden la parte derecha del mostrados. "Yo creo que estas muñecas son las que nos están dando suerte. La más alta la hemos llamado Afortunada. Por algo será", vaticinó Pérez.