A base de rascar quintos premios aislados de aquí y de allá, el sorteo de la Lotería de Navidad dejó ayer en Gijón un bote de 102.000 euros, y aunque la cuantía se antoja escasa en comparación con años anteriores ya fue suficiente para que la lotera Isabel Cuervo se liase la manta a la cabeza y se fuese a comer a una marisquería. No le tocó nada, pero repartió más de la mitad del botín: un billete entero -diez décimos- del número 69823. Tras tres décadas en el sector, nunca había repartido un premio de Navidad.

La mañana avanzaba tranquila para la gijonesa de 59 años, que había decidido no derrochar energías y tomarse un descanso en una jornada dominical en la que no tenía puesta mucha esperanza. Minutos antes de las 13.00 horas, este diario la llamó a su móvil personal:

-Isabel, es que nos sale en internet que has repartido un quinto.

-¿Yo? No creo. Déjame ver...

Y rebuscando entre papeles allí estaba: el 69823. Así que la lotera tuvo que vestirse de calle, coger el coche y salir desde su casa, en Castiello de Bernueces, a toda velocidad hasta su puesto en la Avenida Juan Carlos I. Después el día se fue complicando, porque resulta que cuando repartes el 60% de los premios de la Lotería Nacional de tu ciudad la agenda se abarrota. A media tarde Cuervo ya pedía tregua. "Me han llamado muchísimos periodistas y me fui a comer a la marisquería, pero porque me quedaba cerca y ya tenía programada otra entrevista. Estoy muy contenta, claro que sí, pero también un pelín agotada. Es que estoy viendo que mañana [por hoy] voy a tener colas", bromeó. Cuervo cambió el negocio de la literatura por el de la suerte. Durante 20 años regentó una conocida librería en Viesques y en el año 2000 consiguió por concurso su actual puesto de lotería. "Ya en Viesques tuve durante diez años un receptor mixto, que te deja vender de todo menos Lotería Nacional, pero ahora me dedico solo a esto", aclaró.

Este año todo parece ir como la seda, porque además de estrenarse con un premio del sorteo de Navidad, la gijonesa está haciendo una caja sin precedentes: "Este año en Gijón se ha vendido muchísima lotería, no tiene ni punto de comparación con el año pasado. La pena es que casi no tocó nada, porque los loteros preferimos repartir premios. Yo ahora tengo más esperanza para el Sorteo del Niño".

Sus diez décimos se vendieron en ventanilla y probablemente con bastante antelación. "Estos eran de los míticos salpicados que nos mandan desde Madrid, que son billetes sueltos para poder vender cosinas variadas. Yo los puse ya en julio, así que igual en agosto ya estaban vendidos", calculó.

Tampoco descarta que, en realidad, la suerte no haya caído en el barrio, porque la administración está pegada a un hotel que tuvo mucho ajetreo en los últimos meses. En cualquier caso, Cuervo ayer era todo sonrisas: "Y eso que la verdad es que a mí no me tocar no me tocó nada. Y mira que jugué bastante. Pero, chica, yo es que estoy tan contenta como si me hubiese tocado todo. Nunca repartí Navidad y es lo más bonito que hay, por las fechas que son".

Cuervo también ha caído ya en algunos "regalitos" que también salieron de su administración. "Los patronos de la Policía Nacional creo que tienen unos 120 euros al décimo. Y se llevaron muchísimos. También le cayó algo a la sidrería José, creo que 450 décimos con 200 euros cada uno, y a los de Panmusel, en Viesques, que en comparación se habrán llevado algo menos pero, bueno, menos es nada", repasó.

El caso de Cuervo también fue especial por haber vendido décimos premiados en mostrador, porque la inmensa mayoría de loteros se sorprendían de la cantidad de agraciados que habían sacado su boleto directamente de un terminal, escogiendo personalmente el número. Este otro método de compra, aunque roba parte de la "magia" de jugar a la lotería, está demostrando ser cada vez más rentable. Los otros tres quintos premios del sorteo cayeron en Gijón gracias a este sistema. Un local de la Avenida de El Llano repartió dos décimos del número 74770, premiado cada uno con 6.000 euros, igual que otro local céntrico de la calle Menéndez Pelayo, que dispensó otro. El 06293, premiado con el mismo importe por cada 20 euros jugados, agració a tres gijoneses, y el otro quinto, el 66212, salió de otro terminal de La Calzada.