El Consejo de Gobierno del Principado de Asturias aprobó ayer la destitución, "a petición propia y por motivos profesionales", de Martín López-Vega apenas cuatro meses después de su nombramiento como director general de Cultura. El poeta y traductor llanisco (Poo, 1975), primer ganador del Premio Emilio Alarcos de Poesía, ocupó sucesivos cargos de responsabilidad en el Instituto Cervantes, incluida la dirección de Cultura y la de la delegación de Pekín, y al entrar en el Gobierno asturiano asumió un negociado con una ingente carga de trabajo y una gran complejidad técnica. López-Vega será reemplazado por el historiador Pablo León Gasalla, un hombre con un perfil muy distinto; un técnico que lleva más de 18 años trabajando como técnico de Patrimonio de la Consejería de Cultura y que se presenta como "un hombre de la casa".

La gestión y promoción del Prerrománico, el arte rupestre y el Camino de Santiago, los tres patrimonios mundiales reconocidos por la Unesco con los que cuenta Asturias, serán los ejes de la gestión de Pablo León Gasalla, según él mismo avanzó ayer, apenas unas horas después de hacerse público su nombramiento, en una conversación telefónica con LA NUEVA ESPAÑA.

Pablo León Gasalla (Gijón, 1976), es licenciado en Geografía e Historia por la Universidad de Oviedo; en el año 2001 accedió mediante oposición al puesto de historiador en la Consejería de Cultura, donde desde entonces trabaja en el Servicio de Patrimonio Cultural. Pocos conocen como él el funcionamiento interno de ese departamento, uno de los más complejos de la Administración regional y que a lo largo de este último año ha tramitado más de 1.600 expedientes.

La llegada de Pablo León Gasalla a la Dirección General de Cultura parece anticipar un capítulo de mayor dinamismo y mejor conexión con los equipos técnicos encargados de la gestión del patrimonio asturiano, tras el paréntesis de los últimos meses.

El nuevo director general reconocía ayer "estar muy ilusionado" con sus recién adquiridas responsabilidades y manifestó abiertamente su "satisfacción por tener la posibilidad de poner en práctica ideas que sirvan para dar un impulso al patrimonio regional".

León se refiere a sí mismo como a "alguien de dentro" de la Consejería de Cultura, que vive "como un sueño" la oportunidad que se le brinda y que contempla la Dirección General de Cultura y Patrimonio como "el sitio ideal" para trabajar por la cultura en Asturias, alineado con "los grandes ejes trazados por la Consejera", Berta Piñán.

Añadió que para sacar adelante la responsabilidad que se le ha encomendado cuenta con los conocimientos y la experiencia del equipo técnico de la Consejería, en el que están sus compañeros desde hace años.

El lunes, tras la publicación de su nombramiento en el Boletín Oficial del Principado (BOPA), Pablo León se sentará en su nuevo despacho y dedicará un tiempo a "ponerse al día" sobre los asuntos con los que está menos familiarizado. El nuevo director general de Cultura tiene en mente todo el abanico cultural asturiano, desde el patrimonio industrial al arte rupestre, y por supuesto archivos y museos de titularidad autonómica, entre los que figura el Museo de Bellas Artes, de cuya ampliación pendiente declina pronunciarse, por ahora, hasta haber ahondado más en su situación actual.

Uno de los ámbitos culturales que mejor conoce es el del Camino de Santiago. Pablo León coordinó la candidatura como Patrimonio Mundial de los Caminos del Norte, un reconocimiento que se obtuvo en el año 2015 y que fue fruto, según explica, de diez años de trabajo. Ahora tiene la vista puesta en 2021, próximo Año Xacobeo. El gijonés también participó en la redacción del Libro Blanco del Camino de Santiago y en otras publicaciones relacionadas con el patrimonio cultural.

En 2018, asumió la jefatura de la Unidad de Documentación del Servicio de Patrimonio y desde 2002 forma parte del Consejo del Patrimonio Cultural de Asturias y de distintas comisiones temáticas dependientes de este organismo. Forma parte de la delegación asturiana en el Consejo de Patrimonio Histórico Español. Además, ha trabajado en la tramitación de las declaraciones de Bien de Interés Cultural y del Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias.