Seis túneles de la Autovía del Cantábrico en el tramo oriental recibirán una inversión de 13,47 millones de euros para adecuarlos a las exigencias de la normativa de seguridad, regulada por el real decreto 635/2006, que incumplían pese a que la regulación tiene más de 10 años. En concreto se trata de los túneles de El Carmen, Llovio, Tezangos, El Fabar, Arenal de Morís y Duesos, en la Autovía A-8. La normativa incluye, entre otras cuestiones, la obligatoriedad de que todo el tramo del túnel esté vigilado por un circuito cerrado de televisión. La señal se enviará a los centros de control del Ministerio de Fomento, según confirmaron fuentes de este organismo. Las exigencias de seguridad obligan también a incorporar señalización de emergencia, un sistema de detección automática de incidentes y, en algunos casos, megafonía, anemómetros o señalización e incluso construcción de salidas de emergencia. También se rehabilitará el firme de los túneles.