El problema del servicio de trenes de cercanías de Asturias sufre un círculo vicioso de devaluación. Es la pescadilla que se muerde la cola con un argumento circular para su hundimiento: se merma el servicio porque tiene pocos viajeros y tiene pocos viajeros porque la calidad del servicio cae con múltiples cancelaciones. Lo dicen los sindicatos ferroviarios asturianos, los consumidores y los partidos después de que estallase la última decisión de Renfe que ha generado una ola de malestar en casi toda España: la obligada venta de billetes por máquina en ocho estaciones asturianas, casi 350 en toda España. Sin embargo, la paradoja quiso ayer que la protesta de los usuarios y los trabajadores de Renfe en Asturias fuese escuchada por el PSOE, pero no tras años de queja por el mal servicio en el Principado, sino a través de Teruel Existe para apoyar a Pedro Sánchez para su investidura.
El diputado turolense Tomas Guitarte anunció que el Gobierno aplazará la decisión de cerrar las taquillas de venta de billetes en las estaciones con menos de 100 viajeros diarios, que entró en vigor el 1 de enero. El argumento de Teruel Existe suena a conocido en Asturias. Guitarte afirmó que el cierre de taquillas "demuestra el paulatino abandono de la Administración del Estado de determinados territorios, en un servicio importante para la vertebración territorial".
El último informe ferroviario de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) advierte que la intensidad de uso de la red ferroviaria española mejoró "ligeramente" en 2018, pero es una de las más infrautilizadas de Europa. Su índice de intensidad (un parámetro que mide la optimización de los recursos ferroviarios) es de 35,3 puntos, frente a los 53 puntos de la media europea o los 75 de Alemania, país que utiliza su red de transporte ferroviario el doble de lo que lo hace España.
En su análisis sobre las cercanías ferroviarias, el informe de la CNMC concluye que los servicios prestados en Asturias y Cantabria van a la contra de la tendencia nacional. Mientras que de media en el conjunto del país hay un tenue pero continuado crecimiento, contrasta la caída en la demanda de cercanías en Asturias y Cantabria, "que se arrastra ya desde el ejercicio 2016".
Los usuarios creen que esa baja demanda de la línea que prestaba la desaparecida Feve está directamente provocada por la propia Renfe. El presidente de la Unión de Consumidores de Asturias (UCE), Dacio Alonso, llamó a emprender movilizaciones ciudadanas "para acabar con la degradación y el abandono" de las cercanías asturianas. "Es una barbaridad lo que ocurre", dijo antes de reiterar la importancia de movilizarse para "defender algo que es nuestro" y de que la Fiscalía intervenga para proteger los derechos de los consumidores.
Podemos Asturies pidió ayer un "frente común en defensa de las infraestructuras básicas asturianas", incluida la supresión del peaje en el Huerna, la finalización de la Variante de Pajares. La llamada de Podemos a un pacto que englobe a "instituciones y resto de fuerzas políticas". Una iniciativa similar la impulsó en la pasada legislatura el gobierno socialista de Javier Fernández, con la Alianza por las Infraestructuras. Entre sus demandas estaba la elaboración de un plan de cercanías, pero en aquella ocasión Podemos no se integró en ese acuerdo que englobó a 18 organizaciones. Tampoco estuvieron Ciudadanos, Foro ni el PP.
