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LUIS QUEROL | Neurólogo

"Los descubrimientos científicos son como marcar goles; luego, escribir el artículo es el trámite"

"En el día a día de Barcelona no se percibe hostilidad real, pero hay un malestar latente y conversaciones que no se pueden tener"

Luis Querol, en Oviedo. MIKI LÓPEZ

Luis Antonio Querol Gutiérrez (Valencia, 1980), neurólogo en el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona, se crio en Oviedo desde los 2 años hasta los 26, cuando aprobó el MIR. La Sociedad Española de Neurología le premió el pasado noviembre por sus investigaciones en neuroinmunología. Su especialidad es...

-La polirradiculoneuropatía desmielinizante idiopática crónica (CIDP). Es como la esclerosis múltiple de los nervios periféricos. Afecta a una de cada 100.000 personas, de niños a ancianos, pero se da más en hombres en la mediana edad.

- ¿Qué les pasa a los enfermos?

-Pierden fuerza y sensibilidad en brazos y piernas y pueden acabar en silla de ruedas o encamados. Estas enfermedades tienen tratamiento, y hacerlo a tiempo salva de la discapacidad permanente. Son enfermedades crónicas, conllevables, reversibles para una minoría.

- ¿Qué hallazgo le han premiado?

-Una serie de anticuerpos que causan esas enfermedades y dan un marcador diagnóstico, una prueba sencilla que reconoce de forma inequívoca la dolencia, para tratarla con total seguridad.

- Usted es investigador y clínico, es decir, que ve a pacientes.

-Soy un neurólogo clínico que me formé en investigación. En el hospital donde estoy se promociona la investigación para que intentes encontrar en el laboratorio respuestas a tus preguntas clínicas y que luego puedas aplicarlas al paciente.

- ¿Le da tiempo a todo?

-Hay que sacarlo de debajo de las piedras, porque es una obligación para avanzar. No lo hago solo. Hay detrás un equipo, biólogos y una cultura de hospital.

- ¿Le gustan los "eureka"?

-Sí. Son como marcar goles. A mis becarios les digo que lo que me interesa es que me enseñen en el momento fotos de microscopios o resultados que molen. Luego escribir el artículo es el trámite.

- ¿Por qué le gustó la investigación?

-Es una forma de mantenerte intelectualmente motivado sin que se acabe el aliciente de estudiar y lograr cosas nuevas. Eso es fundamental para mí, para ejercer una labor que ocupa ocho horas cada día.

- Pero eso es ahora, ¿por qué le empezó a gustar?

-Fue una intuición a los 14 años leyendo "Muy Interesante", "Quo" y "National Geographic". Tuve buenos profesores de Biología en el Loyola.

- Fue buen estudiante.

-Fui lo que se podía llamar un empollón al que le salvó de algunas cosas que jugaba bien al fútbol.

- ¿Por qué se hizo médico?

-Dudé entre estudiar Biología y Medicina. Pedro Sánchez Lazo, padre de una amiga, me animó por la segunda. Al hacer Medicina tuve claro que el trato humano me llamaba la atención y se convirtió en un aliciente mismo.

Es hijo del magistrado castellonense Luis Querol, recién jubilado del Tribunal Superior de Justicia de Asturias, a quien Camino Gutiérrez, de Hontoria, conoció cuando empezó a ejercer de juez en Llanes. Se casaron y después de varios destinos eligieron Asturias porque los abuelos maternos no estaban bien de salud. Tiene un hermano dos años más pequeño, Pablo, de Oviedo, que vive en Mallorca.

- Ya hizo la residencia en Barcelona. ¿Por qué esa elección?

-Por la gran escuela de investigación neurológica que tienen en distintos hospitales.

- ¿Qué arraigo tiene?

-Si la patria es la infancia, yo soy asturiano. Mis amigos de infancia son de aquí y me considero de aquí. Venimos en Navidad y en verano, a bailar el pericote por el Carmen.

- ¿Su mujer?

-Josefina, compañera de la carrera, es médica de atención primaria en Barcelona. Nació en Argentina. Nos consideramos de aquí porque aquí viven nuestras familias. Tenemos dos hijos, Mateo, de 5 años, y Simón, de 3.

- ¿Qué tal vive en Barcelona?

-Sin sobresaltos. En el día a día no percibes hostilidad real, pero hay un malestar latente y conversaciones que no puedes tener si no sabes quién es tu interlocutor y la confianza absoluta de que puedes decir lo que quieres. El tema nacionalista me ha decepcionado. Llegué de Oviedo a una ciudad plural y cosmopolita y con el tiempo encontré un discurso excluyente.

- ¿Cuándo fue el cambio?

-Cuando las instituciones pasaron a liderar un sentimiento amplio pero minoritario. Siempre lo dirigieron, pero las instituciones se volvieron una minoría localmente hegemónica ejerciendo de apisonadora contra los que no piensan así. El punto de inflexión sucedió cuando la minoría hegemónica decidió que los medios quedaban supeditados a los fines. Y los medios, los métodos, las reglas, en ciencia y en democracia son más importantes que los fines.

- ¿Cuándo le afecta más?

-Hay días y diadas. En momentos como el 6 y el 7 de septiembre, el 1-O. El resto del tiempo es agradable. En las huelgas de país, esa contradicción, podía identificar quién era de los tuyos y quién no en los pasillos del hospital. Las dos mitades se llevan bien salvo cuando sale ese tema.

- ¿Qué evolución ve en Asturias cuando vuelve?

-Va a sonar mal, pero no he visto mucha evolución. Está estancada. No sé si es bueno o malo. La crisis me mostró la decadencia al desaparecer tiendas que eran tótems del comercio local. En Barcelona también pasó algo de esto, pero no falta el dinero.

- ¿No?

-El turismo nunca dejó de dar fuelle a la ciudad, cuyo centro es un parque de atracciones. En Oviedo he visto una bandera de España gigante y parece, curiosamente, que la ciudad ha cambiado con un mismo patrón que Barcelona: la importancia que tienen las banderas en el espacio público.

- Castellonenses, argentinos, asturianos en Barcelona. ¿Cómo educan a sus hijos?

-Como si fueran un poco asturianos, que siempre tengan la raíz presente, aunque hablan catalán, como tiene que ser. Queremos que vean que las identidades son plurales y diversas, un poco Valencia, Argentina y un mucho Cataluña.

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