"Trabajar en Europa no lo considero estar fuera. Tal vez haya que ampliar las miras: el mundo no acaba al pasar el Negrón". Así se expresó ayer el asturiano Antonio Jiménez, quien lleva fuera de la región desde 2010, seis en Washington, trabajando en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y cuatro en Luxemburgo, en el Banco Europeo de Inversiones (BEI). Este licenciado en Economía representa el espíritu cosmopolita que presidía el encuentro de becarios del BID y de Asturex celebrado ayer en el edificio histórico de la Universidad de Oviedo, en la que fueron formados y desde la que partieron hacia el extranjero gracias a un convenio de colaboración entre la entidad académica y la Fundación Banco Sabadell.
"La beca del BID me dio una experiencia muy satisfactoria, que me ayudó mucho. Tenemos que pensar que no todo tienen que dártelo hecho, sino que has de planteare qué puedes hacer por ti mismo", subrayó Antonio Jiménez.
Similar es la filosofía de la gijonesa Lucía del Pozo, de 25 años, graduada en Comercio que posteriormente cursó un máster en internacionalización empresarial. Lleva dos meses y medio en Senegal en virtud de una beca de Asturex, sociedad creada para propiciar una mayor presencia de las empresas asturianas en los mercados internacionales. Se manifiesta "encantada". Y añade: "Tenía muchísimas ganas de trabajar en África".
Lucía del Pozo ejerce en una consultora ayudando a empresas españolas -muchas de ellas asturianas- que aspiran a introducirse en el mercado senegalés. "Es una pena que la Universidad española esté formando a gente muy válida que después tiene que irse fuera. Pero salir es una experiencia que te enriquece, y luego quien vuelve a España tiene una formación que no tendría si se hubiera quedado aquí", explica. La intención de Lucía del Pozo es dedicarse al ámbito de la cooperación internacional para el desarrollo.
El rector de la Universidad, Santiago García Granda, destacó que el programa del Banco Interamericano de Desarrollo acumula ya 16 años de andadura, con un total de 60 becados que disfrutan de una estancia de diez meses en la capital de Estados Unidos. Ayer, los beneficiarios de estas ayudas, y de las iniciadas por Asturex en 2018 (que suman 18 becarios), se reunieron y compartieron experiencias por noveno año consecutivo.
"Los datos empleabilidad son muy buenos: el 60 por ciento de los becarios se colocan en el propio BID y el resto en otras empresas en el sector", subrayó el Rector. La mayor parte de los participantes en estos programas de becas son economistas, pero también se van incorporando otros perfiles, como matemáticos e informáticos, profesionales idóneos para la gestión de datos.
García Granda señaló que el hecho de trabajar fuera tiene un significado distinto al de antaño: "Lo que es fuera y lo que es dentro cada vez se confunden más. Que tengas que desplazarte es muy frecuente, aunque trabajes en una empresa con sede en Asturias", aseveró. Dicho esto, el máximo responsable de la Universidad de Oviedo reconoció "nuestra preocupación de que Asturias no cree puestos de trabajo suficientes para colocar a la gente que formamos".
De otra parte, enfatizó el Rector, "la mayor parte de los ingenieros que estamos formando se están empleando y se están empleando bien". García Granda reiteró su confianza en que la futura implantación de grados abiertos "permita toda la flexibilidad necesaria en la confección de cada currículum". Con una consecuencia directa: "Ningún currículum va a ser igual a otro"
En nombre de la Fundación Banco Sabadell, Carmen Villabrille destacó la voluntad de la institución por "potenciar el talento joven y divulgarlo".
