La ilusión de la noche de Reyes fue pesadilla para un puñado de padres que habían optado por el tren para llevar a sus hijos a ver la Cabalgata de Oviedo. Al regreso en la línea Oviedo-Santander, los servicios de Feve informaron de que faltaba energía en la catenaria y que "hasta que no haya corriente no se puede hacer nada y no se sabe cuándo la habrá". Finalmente, el problema energético se resolvió, pero los pasajeros se encontraron en un tren al que le faltaba el maquinista. Tras otra espera ("el teléfono de incidencias no contesta; en taquilla solo hay un cartel de 'billetes en la máquina'", relata un usuario) el tren salió. "Los de la Cuenca que se arreglen en El Berrón", les dijo personal de Renfe.